El director católico de la famosa película "Qué bello es vivir", Frank Capra, describió en un manuscrito hallado recientemente, que estuvo tentado a dejar sus valores fuera de su obra cinematográfica.
Capra fue un católico que "no solo tuvo que luchar contra la industria de Hollywood", sino que también "resistió la tentación del diablo de diluir la fuerte vena de moralidad que recorría sus películas", explicó el escritor Matt Archbold en una nota de National Catholic Register.
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Archbold destacó que en el manuscrito "Night Voices", descubierto en la casa del hijo de Capra, el director católico fallecido en 1991 relató que Hollywood fue contra él "al final de su carrera".
"Capra indicó que habló con el diablo una noche cuando estaba sentado en la casa del lago bebiendo de más. Y que el demonio trató de convencerlo de que escribiera películas sin valores", señaló CBS Los ángeles.
Al hablar de su película "Vive como quieras", Capra afirmó que fue una oportunidad para anunciar el pedido de Cristo de amar al prójimo, que es la fuerza "sustancial más poderosa en la vida de las personas", indicó Archbold.
Sin embargo, el escritor aclaró que Capra no siempre se tomó la fe en serio, sino que se describía a sí mismo en su juventud como un "católico de Navidad", y remarcó que cuando sus primeras películas se convirtieron en éxitos, no consideró su fe.
"Un amigo científico cristiano le dijo algo que cambió su vida: 'Los talentos que tiene, Señor Capra, no son los suyos, no los adquirió por sí mismo. Dios le dio esos talentos; son sus dones para usted, para usarlos en su propósito'", recordó.
Archbold relató que luego de este momento, Capra "reevaluó su fe y comenzó a tomarla más en serio", comenzando a usar su arte de una manera diferente.
"Mis películas deben permitir que todos los hombres, mujeres y niños sepan que Dios los ama, que yo los amo y que la paz y la salvación se convertirán en una realidad solo cuando todos aprendan a amarse unos a otros", anheló Capra en una de sus declaraciones.
El escritor indicó que, en la autobiografía de 1971, Capra escribió que la humanidad necesita dramatizaciones que muestren que "el hombre es esencialmente bueno, un átomo viviente de divinidad; que la compasión por los demás, amigos o enemigos, es la más noble de todas las virtudes".
"Hay que hacer películas para decir estas cosas, para contrarrestar la violencia y la mezquindad, para ganar tiempo para desmovilizar los odios", remarcó el director católico.
Archold lamentó que muchas personas critiquen con sarcasmo lo "cursi de la vida de George Bailey en 'Qué bello es vivir'", al punto que los críticos llegan a llamarlo torpe.
"Pero cuando veo a las personas que no le gustan las películas de Capra, creo que estoy en el lado correcto. Así que este año, estaré viendo 'Qué bello es vivir', feliz de saber que al diablo no le gusta", concluyó.