El párroco de la iglesia St. Leo the Great en Little Italy (Estados Unidos), P. Bernard Carman, enfatizó la importancia de perdonar, luego del asalto que sufrió el 12 de noviembre cuando unos desconocidos lo golpearon con un arma mientras intentaban robarle sus pertenencias.
A tres días del incidente, el P. Carman dijo al diario Catholic Review que se sintió sorprendido por el apoyo de la comunidad mientras se recuperaba del ataque, y señaló que necesita tiempo para aceptar lo que ha sucedido.
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"Mi mensaje para (el hombre y la mujer que hicieron esto) es que deben considerar un cambio de vida y ver las cosas de manera diferente y darse cuenta de que la violencia y el crimen solo empeoran la situación", agregó.
El sacerdote resaltó que el llamado de Dios es a "ser mejores, ser diferentes y seguir al Señor y lo que hizo".
"En el peor momento de su vida, colgado de la cruz, no solo dijo: 'Padre, perdónalos', sino que incluso puso una excusa diciendo que no sabían lo que estaban haciendo", remarcó.
El P. Carman, que se recuperaba de una cirugía vascular el 9 de noviembre, llegó a su parroquia el viernes 12 para ayudar a un sacerdote con un ensayo de bodas que se realizaría en la tarde de ese día.
Al salir de su automóvil, un hombre y una mujer se acercaron al P. Carman para intentar robarle sus pertenecías. El agresor le pidió la billetera antes de golpearlo en la cabeza con la pistola, mientras la mujer se llevaba el celular del sacerdote.
Por la agresión, el P. Carman cayó y se golpeó la cabeza contra una pared.
"Me sorprendió que no dispararan porque eso hubiera sido posible", señaló. "El hombre me apuntó con el arma, pero en lugar de disparar, me golpeó con ella", relató.
El sacerdote dijo que las personas que pasaban por el lugar lo ayudaron y recibió atención médica en una ambulancia, dado que no necesitó hospitalización.
El sacerdote hizo la denuncia policial, pero lamentablemente no pudo ver bien a los sospechosos, por lo que se desconoce todavía la identidad de los ladrones.
El P. Carman señaló a Catholic Review que ha recibido varios mensajes telefónicos y publicaciones en la cuenta de Facebook de la iglesia deseándole una pronta recuperación, y lamentó que ha habido incidentes similares en el vecindario en los últimos meses.
Finalmente, indicó que sus heridas ya están básicamente curadas, pero sigue lidiando con las consecuencias del ataque.
"La herida en la parte de arriba de mi cabeza está mucho, mucho mejor", remarcó. "Recién estoy saliendo de la experiencia. Necesito tomarme el tiempo para procesarla y sanar", concluyó.