En la mañana del pasado jueves 18 de noviembre, el Papa Francisco se reunió con el nuevo alcalde de Roma, Roberto Gualtieri. Las conversaciones entre el Pontífice y el primer ciudadano de Roma se centraron en los preparativos del próximo Jubileo ordinario del año 2025.
¿Qué es un Jubileo y por qué se celebra? En la memoria de todos los cristianos ocupa un lugar especial el recuerdo del Gran Jubileo del año 2000, convocado por San Juan Pablo II para conmemorar los 2 mil años del nacimiento de Jesucristo.
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Pero además de aquel Jubileo "especial", la Iglesia celebra periódicamente Jubileos ordinarios y extraordinarios.
La historia y motivaciones muestran que el Jubileo es un tiempo que históricamente la Iglesia ha puesto al servicio de la conversión de los pecadores y la misericordia.
El término "Jubileo" tiene un origen judío, aunque la forma cristiana es muy diferente. En la tradición judía el Jubileo conmemoraba la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud. Su nombre tiene su origen toponímico en el jobel, un cuerno ritual empleado para marcar el inicio de la celebración. De la palabra jobel deriva el término cristiano "Jubileo".
El primer Jubileo celebrado por la Iglesia católica tuvo lugar en el año 1300, en el Año Santo convocado por el Papa Bonifacio VIII. Aunque la idea inicial era celebrar un Jubileo cada 100 años, luego se redujo la periodicidad a 33, los años de Cristo al fallecer.
A partir de 1450 volvió a reducirse la periodicidad y se fijó en 25 años, para que cada generación tuviera su Jubileo.
Además de los Jubileos ordinarios que se celebran cada 25 años, el Pontífice puede también convocar un Jubileo extraordinario por un evento de especial importancia. El último Jubileo extraordinario fue el del año 2015, el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco.
El Papa San Juan Pablo II, en la Bula de Convocatoria del Gran Jubileo del Año 2000, Incarnationis mysterium, define el Jubileo como un tiempo que "nos introduce en el recio lenguaje que la pedagogía divina de la salvación usa para impulsar al hombre a la conversión y la penitencia, principio y camino de su rehabilitación y condición para recuperar lo que con sus solas fuerzas no podría alcanzar: la amistad de Dios, su gracia y la vida sobrenatural, la única en la que pueden resolverse las aspiraciones más profundas del corazón humano".
El Jubileo suele durar cerca de un año. Comienza poco antes de Navidad y finaliza en la Epifanía del año siguiente. El rito más conocido del Jubileo es el de la apertura de las puertas santas en las 4 Basílicas Mayores de Roma: San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María Mayor.
El Jubileo del año 2025 será un Jubileo ordinario y será el segundo Jubileo del pontificado del Papa Francisco después del Jubileo extraordinario del año 2015.