Ante el recién inaugurado Año Santo por la conmemoración del 100º aniversario del atentado contra la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México, uno de los mayores expertos en las apariciones marianas explica cómo vivir este tiempo con verdadera devoción.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Eduardo Chávez, canónigo de la Basílica de Guadalupe y uno de los mayores expertos en las apariciones marianas, destacó que "en este Año Jubilar, Cristo nos invita a venir a tomar la Cruz y seguirlo".
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El P. Chávez, que fue postulador de la causa de canonización de San Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe, subrayó la importancia de que en este tiempo "comencemos a entender que todos estamos peregrinando hacia la Tierra Prometida y que no estamos solos, que Jesús nos protege y la misma Madre de Dios nos dice con toda claridad: no tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí que tengo el honor, la dicha, la alegría de ser tu Madre en este caminar de la vida a la Tierra Prometida?".
El 14 de noviembre al mediodía, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, inauguró el Año Santo, también conocido como Año Jubilar o Jubileo, y abrió la Puerta Santa de la Basílica de Guadalupe en la capital del país.
Ese día se cumplieron 100 años del atentado con una bomba cuyo objetivo era destruir la imagen original de la Virgen de Guadalupe, en medio de la persecución religiosa del Estado mexicano contra la Iglesia Católica en las primeras décadas del siglo XX.
Durante el Año Santo, que concluirá el 20 de noviembre de 2022 en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, los fieles católicos podrán cruzar la Puerta Santa abierta en la Basílica de Guadalupe para obtener la indulgencia plenaria, cumpliendo además las condiciones habituales señaladas por la Iglesia Católica: oración por las intenciones del Papa, estar en gracia de Dios, asistir a Misa completa y comulgar.
En un comunicado, la Arquidiócesis de México destacó que la imagen de Santa María de Guadalupe, aparecida milagrosamente en la tilma del indio San Juan Diego el 12 de diciembre de 1531, "no sufrió ningún daño, ya que fue la figura de un Cristo quien recibió el impacto de la onda expansiva".
El crucifijo es conocido como el "Santo Cristo del Atentado" y se conserva al interior de la Basílica de Guadalupe.
Santo Cristo del Atentado en la Basílica de Guadalupe. Crédito: David Ramos / ACI Prensa.
El P. Eduardo Chávez dijo que la cruz del atentado "nos confirma al mismo tiempo el portentoso y maravilloso amor de Dios, lleno de misericordia para con todos nosotros".
"Él fue quien protegió a su propia Madre, Nuestra Madre, para que estuviera la Iglesia aquí en la tierra. Porque lo que se pretendía no era solamente destruir la imagen, sino destruir la misma Iglesia. Por eso me parece muy importante esta cruz del atentado".
Con este milagro, destacó el sacerdote mexicano, "Jesús cumple su palabra al decir: 'Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo'".
"Y también se cumple aquello de que el infierno no prevalecerá, siempre la Iglesia vencerá", destacó.
Por esto, dijo el también director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), "no hay que tener miedo, incluso de algo que parecería que nos pudiera destruir del todo", pues "está Jesús para defendernos, está Nuestra Madre Santísima de Guadalupe para motivar este amor y esta certeza de su portentoso amor para con todos".
"Por eso este Año Santo hay que vivirlo con plenitud", alentó.
El P. Chávez subrayó que este tiempo se debe vivir "confesándonos, cumpliendo la penitencia, participando en la Santa Misa, comulgando, rezando por las intenciones del Santo Padre".