El Papa Francisco erigió la nueva Diócesis de Petare (Venezuela), con territorio desmembrado de la Arquidiócesis de Caracas, de la que ahora será sufragánea; y nombró como primer obispo de la nueva jurisdicción a Mons. Juan Carlos Bravo Salazar, hasta ahora Obispo de Acarigua-Araure.
Una diócesis sufragánea es un territorio gobernado por un obispo, que junto con otra u otras diócesis forman una provincia eclesiástica a cuya cabeza está un arzobispo metropolitano.
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La oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó que por disposición del Vaticano, Mons. Juan Carlos Bravo quedará en el gobierno pastoral de la Diócesis de Acarigua-Araure hasta que tome posesión de la nueva Diócesis de Petare.
Después el Colegio de Consultores de Acarigua-Araure elegirá al administrador diocesano, el cual guiará a esa diócesis hasta la toma de posesión de un nuevo obispo.
Desmembrada de la Arquidiócesis de Caracas, la Diócesis de Petare tiene una extensión de 177 kilómetros cuadrados, con una población de 760 mil habitantes; coincidiendo con el territorio civil del municipio Sucre del estado Miranda.
La Catedral de la Diócesis de Petare será la iglesia "Dulce Nombre de Jesús" y como Co-Catedral, Nuestra Señora del Rosario.
La nueva diócesis tiene 23 parroquias, 12 sacerdotes diocesanos, 45 sacerdotes religiosos, 129 religiosas, 5 seminaristas, 27 instituciones educativas católicas y 64 instituciones caritativas.
En un mensaje a los fieles de la nueva Diócesis de Petare, Mons. Bravo recuerda que "hace unos seis años fui sorprendido por el Señor al llamarme al ministerio episcopal; se me hizo difícil asumir y asimilar este servicio, como también fue difícil desprenderme de mi querida tierra guayanesa, especialmente del amado pueblo de Guasipati. Hoy el Señor me vuelve a sorprender con este nuevo llamado".
"Se me hará difícil desprenderme de este presbiterio, de esta Iglesia particular y de esta hermosa tierra llanera a la que me he entregado en totalidad. Bendigo al Señor por haber sido mis maestros y mi escuela en dicho servicio", agregó.
El Prelado dijo también que "todo este desprendimiento lo asumo como un llamado de Dios a mi libertad, obediencia y disposición; no estar atado a nada ni a nadie para poder optar sólo y únicamente por Jesús y la causa del Evangelio".
Juan Carlos Bravo Salazar nació el 3 de enero de 1965 en Quebrada Seca del Pilar, estado Sucre. Tiene 56 años. Ingresó en la Fraternidad de los Padres Operarios Diocesanos, con quienes realizó sus estudios de Filosofía en el Seminario Santa Rosa de Lima en Caracas.
Estudió Teología en el Seminario St. Tomas de la Arquidiócesis de St. Paul and Minneapolis, en el estado de Minnesota, (Estados Unidos). En el Abbot Northwestern Hospital cursó educación clínica pastoral. En el Instituto Ecuménico Tantur en Jerusalén estudió Sagrada Escritura.
Fue ordenado sacerdote el 28 de noviembre de 1992 y se incardinó en la Diócesis de Ciudad Guayana.
Fue párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de San Félix y Nuestra Señora del Rosario en Guasipati; administrador parroquial de la parroquia Santa Teresa de Puerto Ordaz, San Miguel Arcángel del Palmar y Nuestra Señora de Montserrat en el Miamo. Trabajó en escuelas públicas como profesor de educación media y universitaria.
El 10 de agosto de 2015 el Papa Francisco lo nombró Obispo de Acarigua-Araure, recibiendo la ordenación episcopal el 24 de octubre del mismo año.
Actualmente es presidente de la Comisión Episcopal de Laicos y Ministerios de la CEV.
La última diócesis erigida por el Papa Francisco en Venezuela, antes de la de Petare, fue la Diócesis de El Tigre, el 31 de mayo de 2018.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
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