Los sacerdotes cubanos Eduardo Llorens S.J. y Alberto Reyes, y la activista Rosa María Payá, denunciaron una serie de amenazas y violaciones a la libertad de movimiento y expresión por parte del régimen comunista de Cuba contra miembros del clero, laicos católicos y ciudadanos ante las marchas anunciadas para este 15 de noviembre (15N) por un cambio en la isla.
"Desde el viernes ha comenzado la policía a impedir a las personas salir de sus casas debido a que expresaron públicamente su deseo de salir a marchar pacíficamente. Ayer estos cercos se recrudecieron incluyendo actos de repudio de fuerzas paramilitares frente a las viviendas de estas personas", denunció el P. Llorens, en una entrevista a ACI Prensa este lunes.
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Para este lunes se ha anunciado la "Marcha cívica por el cambio", una manifestación pacífica en varias ciudades de Cuba que busca repetir las multitudinarias, pacíficas e históricas marchas del 11 de julio.
El 11 de julio, una multitud de cubanos alzaron la voz por primera vez, después de varias décadas, para exigir el fin de la dictadura comunista instaurada por el fallecido Fidel Castro hace 62 años y que hoy dirige su sucesor Miguel Díaz-Canel.
El P. Llorens, miembro del clero de la Arquidiócesis de La Habana, contó que las autoridades cubanas "llevan semanas citando a las estaciones de policía a los que piensan que van a manifestarse en el día de hoy, amenazándolos con la cárcel si salen".
Entre los amenazados, informó, se encuentra el P. Kenny Fernández, párroco de Madruga, en La Habana; y los presbíteros de la Arquidiócesis de Camagüey, Alberto Reyes, Rolando Montes de Oca y Castor Álvarez. Este último fue detenido durante las manifestaciones de julio.
"Ellos han sido amenazados por parte de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista con el peso de la ley si salen a manifestarse pacíficamente", denunció el jesuita de 57 años.
En un video mensaje publicado en Facebook el 14 de noviembre, el P. Reyes aseguró que, de ser detenidos, será "el precio" que pagarán "por ser coherentes con la predicación del Evangelio (…) que habla de libertad, justicia y verdad, lo que nuestro pueblo está pidiendo".
"Dios mediante, mañana [15N], estaremos acompañando a nuestro pueblo, caminando por nuestras calles que todavía están presas", comentó.
El P. Llorens también informó que "varios jóvenes católicos cubanos de nuestras comunidades, entre ellos Leonardo Fernandez Otaño y Carolina Sanso, han sido amenazados en los últimos días, y desde el sábado varios con operativos policiales en las puertas de sus casas prohibiéndoles salir".
Respecto a las condiciones para que la marcha del 15N sea pacífica, el jesuita señaló que la capital, La Habana, "se encuentra en estos momentos ocupada por miembros de la Policía, del Ministerio del Interior y de las Brigadas de Respuesta Rápida (fuerzas paramilitares)".
También informó que "los lugares marcados para el recorrido de la marcha son inaccesibles".
Rosa María Payá, promotora de la iniciativa Cuba Decide, quien se encuentra actualmente en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale (EE.UU.) a la espera de que las autoridades de la dictadura le permitan ingresar a la isla, también denunció que el "régimen ha estado, durante semanas, amenazando con un Tiananmén en Cuba por las manifestaciones".
La palabra "Tiananmén" hace referencia a la masacre ocurrida el 4 de junio de 1989 en la Plaza Tiananmén de Beijing (China). Después de casi dos meses de protestas, el gobierno chino mató a los manifestantes con tanques y disparos.
Aunque el régimen afirmó que 241 personas murieron y 7.000 resultaron heridas, un cable diplomático del embajador británico en China en ese momento indicó que al menos 10.000 personas murieron.
Payá dijo que una negativa a ingresar a Cuba, "lo único que indica es que el terror y la violencia se está desplegando en este momento en nuestro país".
"En la misma proporción –continuó– que vemos el alarde de las amenazas, de la intimidación, y el terror contra los ciudadanos, sabemos que crece el miedo de aquellos militares que están en el poder en Cuba. Esos mismos que hoy no nos dan permiso para aterrizar y que creen que pueden frenar esta ola, no podrán, pues esta ola es la de un pueblo entero que dice 'se acabó' y grita 'Patria y Vida' en las calles".
"Como decía mi padre (Oswaldo Payá), el pueblo de Cuba está reclamando su derecho a tener derechos. Y no vamos a parar hasta la libertad", concluyó Payá.