El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, consideró que un sistema educativo "atenta contra el alma del joven cuando se le oculta el sentido religioso de la realidad, cuando se impide que se le proponga a su libertad".
En su última carta pastoral, Mons. García-Gasco fue enfático al indicar que "la juventud abierta al futuro y a la esperanza, no puede dejar de preguntarse por Dios, no puede dejar de interpelarse por la figura de Jesucristo, por su modo de vivir, de entregar su vida".
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También "se mata la juventud cuando se aniquila la esperanza, contra la que atenta continuamente una sociedad tecnológica que idolatra lo inmediato, lo que se vende con sólo pagar su precio", señaló el Arzobispo.
Para Mons. García-Gasco, "las propuestas materialistas de la sociedad consumista despliegan todo un amplio y eficaz entramado publicitario para encerrar al joven en un falso presente sin futuro que en realidad los hace envejecer antes de tiempo" y los convierte en "esclavos, ya sea de las drogas ilegales o legales, del consumo descontrolado de ropa, juegos, móviles, coches de gran cilindrada, o de la sexualidad superficial".
“En una sociedad donde los actos ‘impulsivos’ e irreflexivos se toman por más auténticos, la maduración personal resulta muy difícil”, puntualizó.
En su carta, titulada "Matar la juventud", el prelado valenciano hizo referencia a "la promiscuidad, el aborto y el desprecio por los inmigrantes" y afirmó que "son graves errores que pasan factura física y psíquica a cualquier persona, joven o mayor". Sin embargo, "por grandes que hayan podido ser los errores, el mensaje de la Iglesia sigue siendo más actual que nunca: Dios perdona a quien se acerca a Él".
El Prelado instó a todos a "recobrar el valor de la juventud" y afirmó que la "esperanza cristiana es sentirse joven para empezar cada día una nueva vida, donde valoremos las cosas verdaderamente importantes".
La cercanía del joven "permite que nos reconozcamos como seres creados para la vida sin fin", señaló el Arzobispo de Valencia, quien concluyó afirmando que "siempre tenemos más futuro que pasado, porque estamos llamados al amor perdurable".