Tomislav Cunovic, director internacional de 40 Días por la Vida para los Asuntos Internacionales, habló con ACI Prensa sobre la difícil situación de los grupos provida de España ante el proyecto de ley presentado por el PSOE que, de ser aprobado, condenaría de 3 meses a 1 año de cárcel a quienes "promuevan o participen en concentraciones en las proximindades de lugares habilitados para interrumpir embarazos".
Cunovic expresó que esta ley es "una amenaza para la democracia", porque "es un derecho fundamental que la gente pueda salir a la calle, reunirse y expresar su opinión".
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"Esta nueva ley criminaliza a la gente provida que se reúnen y que rezan de una manera pacífica frente a las clincas de aborto. Esta ley es una intervención en estos derechos y libertades fundamentales que están garantizadas por la Constitución de España y por las convenciones internacionales, como la Convención europea de los derechos humanos", aseguró.
"Las personas de 40 Días por la Vida rezan de manera pacífica, no se les habla a las embarazadas, tampoco a los que trabajan en las clínicas. Estamos fuera rezando, dando testimonio silencioso de que cada vida tiene su dignidad", explicó, y recordó que aunque con esta ley "parece que se quiere proteger a las mujeres embarazadas, nadie habla de los niños no nacidos, que también deben ser protegidos porque tienen derecho a la vida, tienen dignidad".
Una ley técnicamente mala
En relación con el proyecto de ley presentado por el PSOE en septiembre de 2020 y que se encuentra en tramitación parlamentaria en España, el director internacional de 40 Días por la Vida para los Asuntos Internacionales, calificó la ley como "exagerada", porque "interviene demasiado en los derechos y no es clara porque no trabaja con nociones concretas, sino que da un espacio muy grande".
"No está claro qué está prohibido, da un espacio muy grande a la policía para criminalizar a la gente", aseguró y recordó que "aún no es ley, es un proyecto que debe aprobarse en el Senado, así que veremos qué sucede".
Además, dijo que este proyecto de ley pretende "amenazar a la gente con una guerra psicológica" porque "ya no es necesario que se haga una cosa objetivamente mala para ser castigado, sino que se entra en un nivel subjetivo en el que es suficiente que una persona se pueda sentir ofendida para que se le castigue al otro".
En ese sentido, Cunovic aseguró que se trata de "una contradicción con las leyes racionales porque se empieza a abrir el espacio de que 'me siento mal porque me miras mal y puedes acabar en la cárcel por eso'. Hay que volver a un nivel objetivo, de hechos. La gente que está rezando en la calle, no tocan ni hablan con las mujeres. Simplemente están callados rezando, pero esta ley dice que las mujeres se pueden sentir mal por su presencia. Por lo que se entra en un espacio subjetivo y conflictivo, porque se trabaja con una ficción de que tu mirada puede hacerme sentir mal. Es un crimen de pensamiento, es peligroso jugar a ese juego de pensar qué tienes en la cabeza y juzgarte por ello".
Peligro para la democracia
Cunovic también alertó del peligro para la democracia que suponen leyes como esta, ya que "hoy se acalla la voz de las personas provida, pero mañana esa ley puede prohibir otra cosa. Se puede decir: 'A partir de ahora no nos gusta esta opción determinada'. Con eso estamos matando el discurso democrático y eso es un peligro grande para la democracia".
Sin embargo, no pierde la esperanza en que haya jueces que "apliquen la ley y protejan a los ciudadanos", porque destacó que quienes se sitúan a las afueras de las clínicas de aborto "no son criminales, son ciudadanos que pagan sus impuestos, que trabajan y tienen derecho a salir y estar en el espacio público. Porque en esta sociedad multicultural y pluralista, todo el mundo tiene su derecho y espacio".
Finalmente dijo que "es sorprendente que se pueden defender todos los intereses que se quiera, pero los provida tienen que callarse. No puedes decir tal o cual cosa sobre este tema porque alguien se siente ofendido. Es una manera de persecución contra la voz cristiana y los valores cristianos".