El Papa Francisco alentó a rezar durante este mes de noviembre por los seres queridos difuntos para que el Señor los reciba en su misericordia.
Así lo dijo el Santo Padre este miércoles 10 de noviembre ante los numerosos fieles reunidos en el Aula Pablo VI para la Audiencia General.
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En su saludo a los fieles de lengua inglesa, el Papa invitó en este mes de noviembre a rezar "por los seres queridos que nos han dejado y por todos los difuntos, para que el Señor, en su misericordia, los acoja en el Reino de los Cielos".
Además, el Santo Padre señaló a los fieles de lengua portuguesa que el mes de noviembre "nos recuerda el destino eterno que nos espera; y lo hace de varias maneras, una de las cuales es el recuerdo nostálgico de nuestros queridos difuntos".
"Un día (nuestros seres queridos) nos han dejado con la petición tácita o explícita, de nuestra ayuda espiritual en su travesía al más allá; como saben, nuestras manos en la oración llegan hasta el Cielo, y así podemos acompañarlos allí, reforzando en ellos y en nosotros mismos los lazos que nos unen a la eternidad", advirtió el Papa.
Previamente, el Santo Padre concluyó con su serie de catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas y destacó que "no podemos permitirnos ningún cansancio en el hacer el bien".
"No se cansen de hacer el bien. Debemos confiar que el Espíritu siempre viene a ayudar en nuestra debilidad y nos concede el apoyo que necesitamos. ¡Por tanto, aprendamos a invocar más a menudo al Espíritu Santo!", pidió el Papa.
En este sentido, el Santo Padre reconoció que "somos conscientes de nuestros límites, porque tocamos con la mano cada día lo difícil que es ser dóciles al Espíritu, apoyar su acción benéfica. Entonces puede surgir el cansancio que frena el entusiasmo. Nos sentimos desanimados, débiles, a veces marginados respecto al estilo de vida según la mentalidad mundana".
Por ello, el Papa alentó a recorrer "el camino de la libertad, a 'caminar según el Espíritu', siempre caminar según el Espíritu nos hace libres".