En un artículo lleno de desinformación y abiertas mentiras, el diario español El País atacó recientemente a una serie de organizaciones que ayudan a las mujeres embarazadas en situación de riesgo, brindándoles refugio y ayuda médica, psicológica y material.
El artículo "Las nuevas tácticas antiaborto de la ultraderecha en América" fue publicado el 23 de octubre de 2021, después de una supuesta investigación de dos años.
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Carla Perelló, Megan Janetsky, Jennifer Ávila y Álvaro Murillo colaboraron en un texto firmado por Isabella Cota y Stephania Corpi.
Eliezer Budasoff, que se presenta como "editor de proyectos especiales" en El País y profesor de periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en México, supervisó el trabajo.
El sesgo a favor del aborto entre los participantes en el artículo de El País es claro, con Carla Perelló celebrando abiertamente la legalización de esta práctica en Argentina el 30 de diciembre de 2020.
En su texto, las periodistas de El País, que fingieron ser mujeres embarazadas para acceder a la información, acusan a varias organizaciones latinoamericanas de usar "estrategias que incluyen publicidad engañosa, albergues para embarazadas y promesas falsas de adopción para convencer a mujeres vulnerables de que no interrumpan su embarazo".
El País acusa a estas organizaciones de promoverse "en internet como sitios feministas y con lenguaje engañoso a favor del aborto, pero funcionan en realidad como vías para manipular e institucionalizar a mujeres y tratar de que lleven su embarazo a término".
El artículo de El País se refiere así a organizaciones que reciben a mujeres con embarazos en riesgo que están considerando el aborto, a quienes ofrecen refugio, ayuda material, médica, psicológica y legal. En los casos en los que las mujeres no desean quedarse con sus hijos después del parto, estos centros las ayudan en el proceso de adopción.
Las instituciones que visitaron, de acuerdo al artículo, se encuentran en Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador y México.
Lejos de sentirse engañadas por las supuestas falsedades que acusa en su artículo, El País admite que en los albergues "algunas de estas mujeres, de acuerdo con su propio testimonio, estaban agradecidas de tener un lugar donde vivir y llevar a término su embarazo; otras, de haber podido salir de una situación de violencia doméstica".
En las fotografías que acompañan el artículo se ven juegos para niños, como muestra de ambientes seguros y acogedores.
El artículo se presenta además como "seguimiento a una investigación de OpenDemocracy sobre las operaciones" de Heartbeat International en América Latina.
Esa "investigación" fue publicada en febrero de 2020 con similares acusaciones contra Heartbeat International y centros provida latinoamericanos, bajo la única firma de Isabella Cota.
OpenDemocracy es una publicación que dice "educar a los ciudadanos y desafiar al poder y alentar el debate democrático alrededor del mundo". Entre 2016 y 2020 ha recibido más de 1,6 millones de dólares de la Open Society Foundations, organización de George Soros, abierto promotor del aborto legal en el mundo.
El CIDE, donde enseña Eliezer Budasoff, ha recibido entre 2016 y 2018 más de 470 mil dólares de la fundación de Soros.
"Expertas" proaborto
Para validar su informe, las periodistas de El País citan como "expertas" a Susana Chávez, directora de la organización proaborto peruana Promsex y secretaria ejecutiva del Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (Clacai); y Gretchen Sisson, investigadora principal del programa "Aborto en Pantalla" del grupo de investigación "Promoviendo nuevos estándares en salud reproductiva" (ANSIHR, por sus siglas en inglés), de la Universidad de California en San Francisco (UCSF).
"Aborto en Pantalla" es un programa que se dedica a evaluar y listar las películas y producciones televisivas "con argumentos sobre el aborto".
Chávez dijo a El País que es mentira que las organizaciones que dan refugio a las mujeres con embarazos en situación de riesgo verdaderamente las ayuden con los trámites de adopción cuando no se quieren quedar con sus hijos.
"En realidad lo que busca es desanimar a la niña, a la adolescente, a las mujeres, de abortar con una falsa promesa que no van a cumplir jamás", acusó Chávez.
Sisson dijo al diario español no estar segura "de que haya muchas mujeres interesadas en el aborto que luego recurran a la adopción a menos que se les dé una gran cantidad de información errónea sobre la accesibilidad o la seguridad del aborto en sí".
Sisson ha sido explícita en el pasado sobre que no cree "que la adopción sea una opción moralmente superior al aborto, o que un aumento en la adopción sería bueno para las mujeres y las familias".
Chávez es una veterana activista a favor del aborto legal, con muchos años a la cabeza de Promsex, una ONG peruana que ha recibido en 16 años más de un millón de dólares de Planned Parenthood, la multinacional del aborto más grande del mundo.
Este dinero provino tanto de su matriz, International Planned Parenthood Federation (IPPF), como de su rama estadounidense, Planned Parenthood Federation of America, acusada de traficar con órganos y tejidos de bebés abortados en sus instalaciones.
Chávez fracasó en su intento de conseguir un lugar en el Congreso del Perú en las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2020.
Chávez también dirigió a Promsex en su fallida pretensión de silenciar legalmente a ACI Prensa y ocultar sus vínculos con la multinacional Planned Parenthood. Un reciente fallo de la Segunda Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima desestimó todas las acusaciones interpuestas por Promsex contra ACI Prensa.
Solo en cuatro proyectos declarados en 2018 ante la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), organismo que supervisa y regula el financiamiento de organismos no gubernamentales en el Perú, Promsex recibió más de 449 mil dólares de Planned Parenthood.
A inicios de octubre de 2021, Planned Parenthood otorgó el premio "Somos Valentía" a Promsex, calificando a la ONG como "una de las voces más valientes e inspiradoras por los derechos sexuales y reproductivos".
Las mentiras al descubierto
Isabella Cota llamó el 18 de octubre de este año, cinco días antes de la publicación del artículo de El País, al doctor Miguel Ángel Salazar, asesor médico de la red latinoamericana de Centros de Ayuda para la Mujer (CAM).
El País incluye en el artículo breves fragmentos de la respuesta de Salazar, para finalizar diciendo que "cortó la comunicación de manera abrupta".
ACI Prensa tuvo acceso al audio de la entrevista, que evidencia que lejos de cortar abruptamente, Salazar culminó la conversación de forma amable ante una serie de acusaciones falsas de la periodista de El País.
En una declaración jurada, Salazar dijo a ACI Prensa que Isabella Cota lo había estado buscando desde "un año atrás", presentándose como periodista del diario estadounidense New York Times.
Salazar dijo que Cota lo negó, pero "el número telefónico y el avatar que usa en su cuenta de WhatsApp del que me contactó hace un año coinciden perfectamente".
ACI Prensa remitió una consulta al New York Times el 2 de noviembre sobre su relación contractual con Isabella Cota, pero hasta el cierre de esta edición no ha recibido respuesta.
Salazar dijo a ACI Prensa que en su llamada "desde un principio, lejos de ser una entrevista, Isabella describía todas las acusaciones falsas de las cuales fue objeto el CAM por parte del grupo que supuestamente se infiltró. Portándose como juez y parte, y de forma inquisitiva, me pide comentarios de las acusaciones mencionadas".
Para el asesor de la red CAM "era claro" que "la intención de Isabella Cota era generar una provocación que tenía como finalidad manipularme y hacerme mencionar señalamientos que ellas mismas pudieran usar en contra del CAM".
Salazar precisó que "ninguno de los CAM realiza trámites de adopción. Para ello trabajamos con instituciones hermanas y respetables como Vida y Familia A.C. (Vifac), que desde hace muchos años se ha dedicado a promover una cultura de la adopción y realiza de forma profesional, legal y transparente estos servicios, siempre de acuerdo con el marco legal vigente en nuestro país y de cada Estado de la República Mexicana".
Además, Salazar subrayó que "antes de acudir al CAM" a ninguna de las mujeres "se les engaña ni se les informa que ahí se les practicará un aborto".
Por el contrario, precisó, "se les ofrece un acompañamiento donde valoramos su situación, respetando las decisiones de cada una de ellas".
Aunque Cota y sus compañeras de El País presentan la protección a las mujeres embarazadas como una serie de "nuevas tácticas", la red de CAM brinda ayuda desde hace 32 años. El primero de los Centros de Ayuda para la Mujer abrió sus puertas en Ciudad de México el 15 de agosto de 1989.
36 años y más de 46 mil mujeres atendidas
Vida y Familia A.C. (Vifac) es aún más antigua que la red de CAM y ha asistido a más de 46 mil mujeres embarazadas durante sus 36 años de labor. Vifac es otra de las instituciones acusadas falsamente por el artículo de El País.
En su sitio web, Vifac explica que su objetivo es "apoyar a mujeres embarazadas en estado vulnerable que enfrentan un embarazo inesperado y requieren de ayuda y acompañamiento para salir adelante con sus hijos(as) y alcanzar mejores condiciones de vida".
Vifac ofrece alojamiento, alimentación, atención médica, psicológica, talleres de capacitación para el trabajo, pláticas para la prevención del embarazo en adolescentes y ayuda en el proceso de adopción a las mujeres en riesgo.
A pesar de constatar el agradecimiento de las mujeres atendidas en las instalaciones de Vifac en el Estado de México, El País cita una fuente del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), organismo del gobierno mexicano, diciendo que en la institución de ayuda "se advierte la posible realización de prácticas ilícitas en materia de adopciones".
Vifac es contundente ante cualquier sugerencia de tráfico de niños. "El tráfico de menores es delito de tipo penal. Vifac jamás ha sido juzgado por este delito", asegura en su sitio web.
Vifac niega "obligar" a las mujeres a dar a sus hijos en adopción y asegura que cada mujer asistida "llega por su libre voluntad con intención de ser ayudada, apoyada y de salir adelante con su hijo".
"Únicamente el 10% de las mujeres embarazadas en Vifac deciden esto (la adopción). En 2020 de los 3.535 bebés que nacieron bajo nuestra protección, solo 51 fueron entregados en adopción en regularización con el DIF", afirma.
Un "refrito"
Para el Instituto Femenino de Salud Integral de Costa Rica (IFEMSI), otra de las organizaciones acusadas por El País, ese artículo no es más que "un refrito", un texto que recoge reportes viejos y los hace pasar por algo nuevo.
Entrevistada por ACI Prensa, Priscilla Díaz García, directora ejecutiva de IFEMSI, advirtió que los periodistas del diario español "se están metiendo con un tema muy delicado porque están afirmando que se están dando adopciones fuera del marco de la ley, lo cual es totalmente falso".
"La razón por la que lo están haciendo, según mi lectura, es que, como la primera vez que hicieron un artículo, quedaron en ridículo, esta vez intentaron meter el tema legal para generar más polémica", señaló.
El País acusa al IFEMSI de presentarse "en redes como una clínica para abortar a través del portal quieroabortarcr.com, el cual tiene un logotipo en violeta y verde, así como la insignia 'Vivas nos queremos'".
Priscilla Díaz García señaló que su sitio web quieroabortarcr.com, que "ahora está caído por todos los ataques que ha estado recibiendo", presenta "en todo momento que brindamos consejería, a diferencia de lo que dice este medio: que engañamos a la mujer y todo ese tipo de cosas que mencionan".
"Nuestra organización lo que hace a través de esta página es darle consejería a estas chicas para que tengan más alternativas, una de ellas es continuar con el embarazo a través del apoyo que reciba de nuestra organización", subrayó.
La directora ejecutiva de IFEMSI resaltó que su organización, lejos de manipular a las mujeres, "les ofrecemos alternativas para que ellas continúen con el embarazo o también tenemos otro programa de acompañamiento postaborto".
Además, los periodistas mencionan un supuesto proceso abierto por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que vela por los derechos de los niños y los adolescentes en Costa Rica, contra el IFEMSI.
Sin embargo, Díaz García precisó que "no he recibido ningún tipo de notificación", y destacó que "nosotros trabajamos según la ley".
"Las instancias gubernamentales saben cómo trabajamos", continuó, precisando que "si llegara esa posible denuncia nosotros tenemos registro de visitas de instancias del gobierno para saber cómo operamos", dijo.
"Si no le importa matar, mucho menos le importará mentir"
Al referirse a Colombia, los periodistas de El País involucran en "promesas de facilitar o resolver la adopción, así sean falsas o ilegales" a la Fundación Hogar Margarita, diciendo que a su periodista encubierta "le dieron mensajes confusos" ofreciendo "que la fundación se encargaría del proceso fuera del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, órgano encargado de las adopciones en Colombia".
En un comunicado enviado a ACI Prensa, la Fundación Hogar Margarita exigió que "desde el diario El País rectifiquen la información que dieron".
El texto sostiene que la fundación lleva "34 años dedicada a la protección integral de mujeres gestantes en estado de vulneración y en conflicto con su embarazo, con licencia de Funcionamiento del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar No. 3102 del 31 de marzo de 2020 en modalidad casa hogar".
En esta institución "se brinda la protección de madres gestantes y lactantes mayores de 18 años, atendiendo a un grupo de 12 madres gestantes y/o lactantes adultas, con hijos de 0 a 5 años de edad".
Cuando las madres deciden dar en adopción a sus bebés son remitidas "al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, quien es el único ente regulador de la infancia en el país, por lo tanto el único autorizado para realizar procesos de adopción".
Jesús Magaña, presidente de la plataforma Unidos por la Vida de Colombia, dijo a ACI Prensa que el artículo firmado por Isabella Cota y Stephania Corpi "tiene una tendencia clara de promoción de las organizaciones que quieren imponernos el aborto en la región".
"No es verdad que los centros de ayuda a las mujeres hagan alguna actividad que sea ilegal en lo referente a la adopción" en Colombia, explicó Magaña.
"Todo lo contrario: son centros de apoyo a la mujer donde se les acoge, se les recibe, se les escucha y se les apoya; y gracias a este trabajo es que se logra salvar la vida de las mamás y los bebés".
Para Magaña es "triste y lamentable la posición de los periodistas", pues "pareciera que están haciendo un trabajo de alguna manera 'pagado' previamente para sacar un resultado esperado y no una investigación objetiva".
"Tristísima esta situación pero previsible, porque esta industria del aborto es una industria de muerte. Si no le importa matar, mucho menos le importará mentir, confundir o engañar con tal de eliminar este 'obstáculo' para la industria y su negocio", señaló.
Lamentó que en el artículo de El País se vea "la tendencia de criminalizar o estigmatizar a las heroínas y héroes extraordinarios que dan su tiempo, energía y vida, para ayudar a las mamás y a sus bebés por nacer".
El síndrome postaborto y el riesgo de muerte
En el artículo de El País se lee que a sus reporteras, en los centros de ayuda a las mujeres embarazadas que visitaron, les mostraron videos y panfletos con la que llaman "información falsa" sobre el aborto, "como que podría llevarlas al suicidio y podrían sufrir de síndrome postaborto, una especie de impacto psicológico cuya existencia no está probada".
La psiquiatra María José Mancino, fundadora y presidenta de Médicos por la Vida Argentina, recordó a ACI Prensa que "el síndrome postaborto es una realidad, es una forma de síndrome de estrés postraumático".
La también asesora profesional del Proyecto Raquel, que ayuda a mujeres que se han sometido a un aborto, dijo que "los síntomas más característicos" del síndrome postaborto "son la depresión, ansiedad, estrés y dificultad para dormir".
Los síntomas psicológicos, dijo, "varían desde síntomas generales de negación en los primeros años, seguida de depresión, sentimientos de culpa, necesidad de reparar o cambiar lo ocurrido, pesadillas recurrentes, alteraciones conductuales, flashbacks (recuerdos constantes del aborto), evitación y/o rechazo de estímulos que recuerden el episodio".
También se pueden observar "trastornos de impulso", continuó, como "el aumento de las adicciones, el alcoholismo y el suicidio, dependiendo de la base de personalidad de la mujer y su condición psicológica previa".
Las periodistas de El País denuncian como falso que "el uso de la pastilla de misoprostol puede llevar a un aborto 'incompleto' que puede generar una infección; que un aborto puede ocasionar cáncer de pecho, hemorragia incontrolable, la muerte y hasta una posible amputación de piernas".
Sin embargo, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), advierte que por el uso del misoprostol para inducir el parto, como es el caso de los abortos químicos, se ha reportado "dolor pélvico, placenta retenida, sangrado genital severo, shock, bradicardia fetal y muerte fetal y materna".
MedlinePlus, servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, reconoce entre los riesgos de un aborto con misoprostol la posibilidad de "un aborto incompleto", tras el que "será necesario que se practique un aborto en la clínica para completar el aborto".
También indica que puede ocurrir un "sangrado abundante", "infección" y "coágulos de sangre en el útero".
El ginecólogo obstetra Guillermo Kerz, vicepresidente de Médicos por la Vida y vicerrector académico de la Universidad Católica de Santa Fe en Argentina, subrayó que "el aborto es una intervención violenta que se realiza en la mujer, sin mencionar que al bebé cruentamente se le elimina la vida en el acto".
"Toda intervención médica quirúrgica tiene sus consecuencias y esta no es la excepción. Es temerario desde todo punto de vista argumentar que es falso que las mujeres no sufran después de un aborto, la medicina es una ciencia fáctica, basada en hechos", dijo.
Encubriendo sus mentiras
En un esfuerzo por disimular sus mentiras, Isabella Cota y los demás periodistas de El País han ido modificando su artículo sin notificar a su audiencia.
En una edición previa, que aún puede leerse AQUÍ, dicen que Ron Archer es "fundador" de Heartbeat International. Archer, reconocido conferencista cristiano y defensor de la vida, nació en 1963. Cuando en 1971 se estableció Alternatives to Abortion (Alternativas al Aborto) -hoy Heartbeat International- Archer solo tenía 8 años.
Heartbeat International comenzó su labor con el Dr. John Hillabrand y Lore Maier, entre otros entusiastas defensores de la mujer y de la vida, a quienes se les uniría poco después la religiosa católica Paula Vandegaer.
Ante la evidente mentira, Cota y los demás periodistas de El País reemplazaron el cargo de "fundador" de Archer por el de "representante de la organización", como se lee en la versión actual.
En ninguna parte del artículo de El País se indica el cambio.
Casi 12 mil vidas salvadas del aborto en El Salvador
El País dice que sus periodistas encubiertos acudieron a centros de ayuda a la mujer en El Salvador y Argentina, pero no dice a cuáles.
De haber contactado a la Fundación Sí a la Vida de El Salvador, sus periodistas sabrían de las casi de 12 mil vidas que han logrado salvar del aborto desde que se abrió el CAM en ese país, en 1995.
Para Julia Regina de Cardenal, presidenta de la Fundación Sí a la Vida, el texto de El País es un "absurdo artículo", pues sus autores "defienden lo indefendible, una barbarie legal contra pequeñas personas indefensas".
"En nuestro Centro de Ayuda se han salvado casi 12 mil vidas de madres y bebés con solo mostrarles la realidad del aborto", aseguró.
Las mujeres que reciben en su refugio, indicó, "son las que no tienen otro lugar donde ir. Todas reciben techo, alimentación balanceada, vestido, si son de escasos recursos, formación, atención médica, ayuda psicológica y espiritual, etc.".
"Y si se quedan mucho tiempo con nosotros y sus hijos ya tienen dos años, también van a la escuela", destacó.
Para Sara Larín, fundadora de la Fundación VIDA SV de El Salvador, el informe de El País es hasta cómico pues al intentar enturbiar la labor de los centros de ayuda "admiten en su intento de descalificación que los hogares provida funcionan como deberían".
"El reportaje ratifica lo que siempre hemos dicho: una mujer embarazada en situación de crisis que recibe apoyo incondicional decide en el 90% de los casos no abortar y quedarse con su bebé. ¡Eso es una maravilla!", afirmó.
Larín considera que el informe de El País revela, primero, que "son los grupos provida los que realmente se hacen cargo de ayudar a las mujeres en vulnerabilidad para que puedan ser auténticamente libres de vivir su maternidad sin estar condicionadas por los problemas circunstanciales que las apremian".
Lo segundo, añadió, es "que la Open Society Foundation está obsesionada con imponernos culturalmente el aborto".
¿Transparencia? Ninguna
El 28 de octubre, ACI Prensa intentó contactar a los periodistas que participaron en la investigación de El País, a través de correos electrónicos y mensajes directos en Twitter.
Las consultas eran similares: de qué parte del trabajo de investigación se ocupó cada periodista, por qué no mencionan los centros de ayuda a mujeres que supuestamente visitaron en Argentina y El Salvador, y si consideran incorrecto que las mujeres reciban ayuda durante el embarazo y así puedan incluso abandonar situaciones de violencia.
Lejos de contestar cualquier inquietud, simultáneamente bloquearon la comunicación.
Isabella Cota publicó después en Twitter: "¿Por qué quiere @aciprensa saber 'de qué parte del artículo estuve a cargo', por ejemplo? O por qué no mencionamos ciertos nombres? De la manera más atenta le pido a ACI Prensa que deje de acosar a las periodistas que trabajamos en esta investigación".
Eliezer Budasoff escribió: "Un supuesto periodista llamado David Ramos, de la Agencia Católica de Informaciones (@aciprensa), está acosando a las periodistas que hicieron este reportaje, enviándoles correos con preguntas que no tiene ninguna autoridad para hacer. Ojo con esta gente".
Hasta el cierre de esta edición, ninguno de los periodistas de El País ha respondido ninguna de las preguntas remitidas.
¿Financiamiento? Abundante
Además del trabajo previo realizado por Isabella Cota para OpenDemocracy, el artículo de El País dice haberse hecho "con el apoyo de la International Women's Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa del programa Salud Reproductiva, Derechos y Justicia en las Américas".
La IWMF asegura en su sitio web que ese programa "apoya la elaboración de informes sobre temas que impactan las vidas diarias de mujeres y niñas en la región, incluyendo el acceso al aborto y la anticoncepción, la salud materna, políticas de salud reproductiva y prohibiciones de aborto".
La IWMF es una organización relativamente nueva. Apareció en enero de 2020, tras recibir 4 millones de dólares de la Fundación Howard G. Buffett.
Entre sus otros donantes se encuentran Twitter, la Fundación Ford, la Fundación New Venture, CNN, Facebook y The Walt Disney Company.
En su mesa directiva se encuentran periodistas de medios como CNN, The Washington Post, CBS y Bloomberg News.
El testimonio de una sobreviviente
Mariana Ariza es una joven mexicana de 22 años que fue adoptada gracias a la ayuda de Vifac. Sus dos hermanos menores también son adoptados.
En diálogo con ACI Prensa, Mariana dijo que al leer el artículo de El País "no podía creerlo", porque "me decepciona eso de querer hundir algo tan bueno".
Para Mariana, convertida actualmente en líder provida como directora de la plataforma Juventud y Vida (JUVI) en Puebla (México), se debe conocer la historia de "los papás adoptivos felices".
Además, indicó, "tienen que conocer a las mujeres que han dado testimonios de 'gracias porque pude seguir con mi vida y pude dar la vida a un bebé y que pueda tener papás y ser feliz'".
"Siento que tampoco han visto el otro lado de la moneda", señaló.
"Realmente estas asociaciones, fundaciones, lo que hacen es crear familia, salvar la vida, ayudar a mujeres", aseguró.
Mariana no conoce con precisión la historia de vida de su madre biológica, pero asegura que "por Vifac ella pudo tomar la mejor decisión".
"Gracias a ese apoyo tuvo la valentía de decir 'sí, le doy la vida, le doy la oportunidad de vivir'. Y esa opción la salvó en ese momento y a mí, porque gracias a todo ese apoyo, ella pudo decir sí a la vida", expresó.
Colaboraron en este artículo Harumi Suzuki, Diego López Marina y Walter Sánchez Silva, todos periodistas de ACI Prensa. Ninguna organización financió la elaboración de esta nota.