La Universidad Católica de La Plata impugnó la postulación de Elena Highton de Nolasco para ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia, debido a su proclamado abortismo.
El texto de la impugnación, firmado por el rector, la decana de la Facultad de Derecho y el director del Instituto de Bioética de la Universidad, explica que Highton no es idónea para el cargo debido a “sus ideas y concepciones publicadas sobre ‘la salud, la vida y la muerte’”, en el trabajo “La Salud, La Vida y La Muerte”, aparecido en la Revista de Derecho Privado y Comunitario (Santa Fe, 1993).
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Según la Universidad Católica los conceptos allí vertidos atacan “el plexo de derechos, el sistema de valores y los principios emanados de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales que ha incorporado, y traicionan la sumisión debida por los magistrados a ordenamiento jurídico al que deben servir y a los derechos humanos cuya custodia deben garantizar”.
En el documento, Highton configura “una verdadera ‘apología del delito’, una ‘cultura de la muerte’, una ‘conjura contra la vida’ e incluso la ‘libertad de los fuertes contra los más débiles e indefensos’, todas promocionadas bajo el ropaje del ‘derecho a si mismo’ o ‘reivindicación de la libertad’ por sobre todo otro derecho”.
“A partir del progreso científico y tecnológico en el campo de la medicina y la genética, la autora abre nuevas perspectivas que concluyen por avalar todas las formas de intervención humana sobre la procreación y la vida, desde el aborto voluntario, anticonceptivo y eugenésico hasta la eutanasia, con prescindencia de su condición de magistrado y de la letra y el espíritu del plexo normativo nacional”, denuncia el documento.
Según el centro de estudios, “con estas postulaciones la vida y la muerte quedarán sometidas a la decisión del hombre, que de este modo terminará por constituirse en dador de vida y de muerte por encargo. Esta dinámica de la violencia, esta mentalidad abortista y propiciatoria incluso del ‘derecho a no nacer’ lleva, se desee o no, al dominio del hombre sobre la vida y muerte de sus semejantes, que conducirá a un eugenismo radical y al quebrantamiento de la paz social”.
El documento concluye que no hay duda de que las opiniones de Highton “agravian directa y irreparablemente a ese sistema social de valores y a las creencias de toda la comunidad argentina”.
“La postulación resulta poco alentadora, ya que en esta hora histórica en la que la Nación necesita emerger de tantos desencuentros e inestabilidades políticas, económicas y sociales, entendemos que resulta inadecuado que contando nuestro foro con tantos juristas de prestigio, se convoque a una personalidad conflictiva, que sume más disensos y contradicciones a las ya existentes”, indicó.