El Vaticano anunció un plan para sacar de la crisis económica que padece desde hace tiempo el Hospital San Giovanni Calibita-Fatebenefratelli, situado en la isla Tiberina de Roma.
Según un comunicado difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el rescate del hospital se realizará en colaboración con otras instituciones sin ánimo de lucro.
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El plan, cuyo contenido no se ha revelado, se inspira en las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en el Ángelus del pasado 11 de julio en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli, en Roma.
En aquella ocasión, el Santo Padre explicó que durante su hospitalización, debido a una operación de intestino, "he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países. Un sistema sanitario que garantice un buen servicio accesible para todos".
En ese sentido, lamentó que "también en la Iglesia sucede a veces que alguna institución sanitaria, por una no buena gestión, no va bien económicamente, y el primer pensamiento que nos viene a la mente es venderla".
El Papa recordó que "la vocación, en la Iglesia, no consiste en tener dinero, sino en hacer un servicio, y el servicio es siempre gratuito. No olviden esto: salvar las instituciones gratuitas".
El comunicado difundido hoy por la Sala de Prensa del Vaticano señala que, a la luz de las palabras del Papa, y "teniendo en cuenta el alto valor espiritual y moral que representa el hospital –en el sentido de un testimonio evangélico de atención y cuidado de los enfermos, con humanidad y profesionalidad, llevado a cabo desde hace más de cuatro siglos– se ha puesto en marcha un plan de saneamiento".
Dicho plan de saneamiento pretende que, "en cumplimiento de la normativa vigente y en diálogo con las partes implicadas de diversas maneras, le permita seguir desempeñando el papel que le ha caracterizado hasta ahora en el ámbito de la sanidad católica".
En el comunicado se agradece, asimismo, "por la intervención acordada con la Casa Generalicia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Fatebenefratelli), destinada a evitar un posterior agravamiento de la crisis actual y a encontrar una solución definitiva a la misma".
El Hospital Fatebenefratelli de Roma es uno de los centros hospitalarios más antiguos del mundo. Se sitúa en pleno corazón de la capital de Italia, en la isla Tiberina, rodeada por el río Tíber.
El lugar está vinculado a la sanidad desde la Antigüedad. En el período de la Roma Imperial, en la isla se encontraba un templo dedicado a Esculapio, dios pagano de la medicina. Hasta allí acudían numerosos enfermos para ser atendidos por los sacerdotes del templo de Esculapio.
Posteriormente, con la cristianización, donde se encontraba el templo pagano se construyó una iglesia, en la que se veneran las reliquias del apóstol San Bartolomé.
Junto a la iglesia se alza el Hospital Fatebenefratelli. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando la orden benedictina se instaló en la isla y comenzó a dar atención médica a peregrinos y habitantes de Roma.
En el siglo XVI llega a la isla la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, conocida como Fatebenefratelli, y estableció un primer hospital que, a lo largo de la historia, se ha ido reformando y ampliando hasta llegar al actual centro.