El Obispo de Posadas (Argentina), Mons. Juan Martínez, lamentó la profunda contradicción e hipocresía de la cultura actual frente a la vida y la familia.
En la Misa celebrada con motivo del Día de la Madre en Argentina, el 17 de octubre, se destacó la celebración del "valor de la familia, la cual no es posible sin el don de la maternidad, de los hijos y de la esperanza".
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Sin embargo, Mons. Martínez dijo que existe "lamentablemente, una profunda contradicción en nuestra cultura actual. Por un lado, la gente, en general, pero sobre todo nuestro pueblo sencillo, tiene una especial devoción a las madres y considera a los hijos como un don de Dios".
"Y por otro lado, asistimos a una desvalorización de la maternidad reflejada en una especie de antinatalismo promovido por grupos reducidos y poderosos, que proponen la anticoncepción para solucionar, sobre todo, el problema de la pobreza, sin recurrir a aquello que es clave para corregir este flagelo: una mayor y justa distribución de la riqueza, y el ejercicio de una solidaridad más globalizada", agregó.
El Prelado advirtió que esos "sectores poderosos y organismos internacionales muchas veces responden a una especie de capitalismo egoísta y salvaje. Manejan grandes medios y agreden a las familias constituidas, como es natural, por madres, padres e hijos, tachándolas de tradicionales y conservadoras".
"Asombrosamente se visten con el ropaje absurdo de autodenominarse progresistas y modernos, cuando en realidad responden contradictoriamente al peor capitalismo que, como dice un poeta y sacerdote, solo 'pretenden eliminar a los comensales, antes que lleguen a la mesa'", reflexionó.
A esa contradicción e hipocresía, Mons. Martínez afirmó que se suman "las presiones que ejercen estos sectores poderosos en nuestros congresos y legislaturas, con leyes que apoyan este antinatalismo y las posturas abortistas que se cristalizaron en una infame ley".
"Lo insólito es que estas posturas de raíz capitalista, con políticas poblacionales de eliminación de pobres, insisten en pretender ponerse la camiseta de 'progresismos de izquierda', cuando en realidad van a total contrapelo de lo que está en el corazón de nuestro pueblo", aseguró.
El Obispo de Posadas sostuvo que "a pesar de tantas propuestas violentas e individualistas, percibimos que la familia continúa siendo un valor apreciado por nuestro pueblo. El hogar es un lugar de encuentro de personas y en las pruebas cotidianas se recrea el sentido de pertenencia".
"Gracias a los afectos auténticos de paternidad, de filiación y fraternidad, aprendemos a sostenernos mutuamente en las dificultades, a comprendernos y perdonarnos, a corregir a los niños y a los jóvenes; a tener en cuenta, valorar y querer a los abuelos y a las personas con capacidades diferentes".
"Cuando hay familia, se expresa verdaderamente el amor y la ternura, se comparten las alegrías haciendo fiesta y sus miembros se solidarizan ante la angustia del desempleo y ante el dolor que provoca la enfermedad y la muerte", sostuvo Mons. Martínez.