El Obispo de Carúpano (Venezuela), Mons. Jaime José Villarroel, criticó al régimen de Nicolás Maduro por suspender su participación en el diálogo con la oposición luego de la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, presunto testaferro del mandatario.
"Cerrar las puertas a un diálogo, donde están interviniendo otros países para buscar una solución consensuada, y ante la situación crítica que vive el país, no favorece para nada al pueblo venezolano que sufre y que es el primero en padecer tantas necesidades", criticó el Mons. Villarroel en una entrevista concedida a ACI Prensa el 19 de octubre.
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"La decisión que ha tomado el gobierno venezolano, en la que el grupo de la oposición no tiene nada que ver, y que sucedió a causa de lo sucedido en Cabo Verde con la extradición de Saab a Estados Unidos, me parece que fue apresurada y lamentablemente se le está cerrando las puertas al pueblo para encontrar una solución a la crisis que empeora cada vez más", agregó el Prelado.
El régimen de Nicolás Maduro anunció el sábado 16 de octubre que suspendía su participación en la mesa diálogo que se llevaba a cabo en Ciudad de México y que tenía programado un nuevo encuentro el domingo pasado con los miembros de la Plataforma Unitaria, liderada por el opositor Juan Guaidó.
La decisión fue comunicada luego de la extradición a Estados Unidos del ciudadano colombiano Alex Saab, que había sido incluido recientemente como miembro de la delegación de Maduro para la mesa diálogo. Saab estuvo detenido en Cabo Verde durante un año por acusaciones de lavado de dinero que beneficiarían al presidente venezolano.
El pasado 27 de septiembre, el diálogo entre el oficialismo y la oposición ya se había retrasado en la tercera ronda, cuando el Gobierno no llegó en la fecha pactada.
Por su parte, el Gobierno de Noruega prometió el domingo "seguir trabajando" para reanudar los diálogos de paz de Venezuela.
Mons. Villarroel señaló estar de acuerdo en "hacer un esfuerzo a nivel internacional" a fin de evitar que se "cierre la única puerta que tenemos para encontrar una salida democrática".
"Lo que los venezolanos queremos es democracia, pero por todo lo sucedido el fin de semana, sobre todo la decisión unilateral del Gobierno, aún no se puede encontrar salidas", reflexionó.
El Obispo de Carúpano recordó que en mesas de diálogo previas, "como en Santo Domingo, o cuando se le pidió la mediación a la Santa Sede y se firmaron algunos acuerdos, lamentablemente lo pactado se irrespetó".
"El Gobierno no planea buscar una solución en las mesas de diálogo, sino tratar de alargar su permanencia en el poder. Ciertamente vemos con mucha preocupación la decisión del Gobierno; pero hay que ver la forma, desde los organismos internacionales o países mediadores, que se pueda tratar de sentar a ambas partes para no dejar que el pueblo se quede en la miseria", exhortó.
El obispo dijo que no existe otro camino más allá del diálogo o la negociación, ya que la otra opción sería dejar pasar a la violencia.
"No podemos permitir que sea la violencia la que dirima nuestras diferencias. Lo que debemos buscar son personas sensatas que crean en la democracia y que busquen una salida", añadió.
Mons. Villarroel también lamentó que su pueblo siga "migrando al darse cuenta que no hay ningún tipo de esperanza y maneras de subsistir en Venezuela", lo que termina por acabar con las familias "porque se van los jóvenes, quedan personas mayores enfermas y niños abandonados".
"El deterioro de la infraestructura del país es cada vez mucho mayor, ha habido un repunte de fiebre amarillas, malaria. El sistema de salud no funciona. Es una tragedia interna que se proyecta a los países vecinos, porque estos reciben una migración que no son capaces de manejar", lamentó.
El Prelado aseguró que "a los demás países les beneficiaría que en Venezuela haya una democracia firme y posibilidades de desarrollo".
Respecto al papel de la Iglesia, aseguró que "como pastores creemos en el diálogo y sabemos que ese es el camino, a pesar de ser difícil en estos momentos, por posiciones irreconciliables".
"Sin embargo debemos hacer todos los esfuerzos que estén a nuestro alcance para buscar una salida, una gobernabilidad, una democracia que respete los derechos humanos", acotó.
Mons. Villaroel dijo a ACI Prensa que en estos momentos los "obispos venezolanos estamos reunidos en una asamblea episcopal extraordinaria y hemos estado reflexionando sobre la situación del país y nuestro deseo es que el Gobierno y los partidos políticos de oposición piensen en nuestro pueblo que sufre".
"Invito, en nombre de mis hermanos obispos, a las personas responsables de este diálogo, para que busquen salidas consensuadas pensando en que tenemos que fortalecer las instituciones democráticas de nuestro país, porque eso nos hará un país saludable, donde haya esperanza, donde haya futuro para nuestros niños", concluyó.