Mons. Wolfgang Haas, Arzobispo de Vaduz en el Principado de Liechtenstein, informó que en su arquidiócesis no se realizará el proceso sinodal y explicó que ha tomado esta decisión para evitar el riesgo de las "ramificaciones ideológicas".
El 10 de octubre el Papa Francisco inauguró oficialmente en el Vaticano el proceso sinodal que se desarrollará en tres fases.
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Estas fases tendrán su conclusión en octubre de 2023, con la celebración en Roma de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos con el tema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión".
"Soy de la opinión de que en nuestra pequeña arquidiócesis podemos, por buenas razones, abstenernos de llevar a cabo un procedimiento tan complejo y en ocasiones incluso complicado, que en esta parte del mundo corre el riesgo de sufrir ramificaciones ideológicas", escribió Mons. Haas en una carta publicada el 15 de octubre en el sitio web de la Arquidiócesis de Vaduz.
El Prelado explicó su decisión precisando que "las estrechas relaciones en nuestras parroquias permiten un contacto mutuo rápido y sin complicaciones entre pastores y laicos, de modo que un intercambio espiritual siempre ha sido y es posible".
En ese sentido, "todos los que así lo quieran pueden entablar un diálogo entre sí, escucharse y mantener una comunicación personal a través de sugerencias, deseos e ideas en la vida diaria de la Iglesia".
"En los consejos parroquiales y eclesiásticos, así como en las instituciones escolares, sociales y caritativas y en las instituciones educativas, hay relaciones constantes entre las personas interesadas, donde puede tener lugar una interacción responsable, discreta y sensible", resaltó.
Por otro lado, "ya se da el caso de que las consultas se realizan a diferentes niveles, es decir, también a nivel diocesano".
Mons. Haas indicó que "cualquier persona que desee enviar deseos, inquietudes y sugerencias por escrito, para dar forma a la vida de la Iglesia en nuestra diócesis, aún puede hacerlo y comunicarse directamente con el Arzobispo o con el Vicariato General".
El Prelado dijo además que "en el 'Vademécum para el Sínodo sobre sinodalidad' que es el manual oficial para las deliberaciones en las Iglesias locales, la tarea principal del obispo radica en la escucha, más no en grandes discusiones y debates prolongados".
El Obispo, concluyó Mons. Haas, debe escuchar "lo que el Espíritu Santo quiere decirnos. Esta escucha presupone nuestra oración pidiendo el don espiritual del discernimiento".
Las fases del Sínodo de los Obispos
La primera fase del proceso sinodal se lleva a cabo en las diócesis, y en esta participan parroquias, movimientos laicales, escuelas, universidades, congregaciones, grupos de acción, y demás realidades eclesiales de ámbito diocesano.
La segunda fase tendrá como protagonistas a las conferencias episcopales y a los sínodos de las Iglesias orientales. En esta se recogen todos los aportes de la fase diocesana y se hace una síntesis para un encuentro presinodal.
Del encuentro presinodal saldrá un primer Instrumentum laboris (documento de trabajo), que guiará el proceso sinodal en su tercera fase, la fase continental, de donde saldrá un segundo y definitivo Instrumentum laboris.
Ese segundo instrumento de trabajo será el que guíe los debates de los padres sinodales en la asamblea de octubre de 2023, tras lo cual habrá un documento final; con el que el Papa podrá escribir o no una exhortación apostólica postsinodal.