El Arzobispo de Rosario (Argentina), Mons. Eduardo Martín, alentó a los fieles a pedir ayuda a la Virgen del Rosario para experimentar la conversión personal y superar como sociedad los flagelos de la violencia y el narcotráfico.
El aumento de homicidios y heridos en 2020, muchos de ellos debido a enfrentamientos entre bandas de narcotráfico, ha sido motivo de preocupación para la Iglesia local; quien ha llamado la atención a través de jornadas de ayuno, de oración y mensajes pidiendo el cese de la violencia.
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En ese contexto, Mons. Martín explicó que "desde hace años pareciera que existe una legalización de hecho del comercio de drogas, que cuenta con un sistema financiero propio y con una organización delictiva superior a la que cuenta el Estado para dar respuesta".
"A diario vemos como se eliminan vidas, llegando a naturalizar también la muerte" y "pareciera que esta violencia asesina no nos tocara, fuera de otro lado".
Sin embargo, dijo, "como cristianos estamos llamados a ver la realidad con la mirada del Evangelio: si hay un miembro de nuestra sociedad que padece, también nosotros padecemos porque hay una solidaridad tanto en el bien como en el mal".
"El otro no es un extraño, no es un enemigo, el otro es un prójimo, es un hermano", recordó Mons. Martín.
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El Arzobispo de Rosario afirmó que están "necesitados de conversión" también "aquellos que por acción u omisión son responsables de este flagelo".
"En el nombre del Señor les decimos: ¡dejen la violencia, dejen estas formas degradantes de vivir!, ¡conviértanse y experimenten la misericordia de Dios!".
"Es la hora de la conversión. Dios clama a un cambio de actitud a cada uno, desde el lugar que le toca en la sociedad", agregó.
"Virgen del Rosario, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos y mira cómo nos encontramos. Imploramos de ti la fuerza de tu Espíritu para vencer el mal que nos oprime, para tener horror al mal y pasión por el bien".
Previo a la celebración patronal, la comunidad arquidiocesana participó en la novena, Misas y Adoraciones Eucarísticas, todo alentado por el lema "Madre del Rosario, ayuda a nuestras familias a renovar la esperanza".
Otras celebraciones patronales
Desde la Arquidiócesis de Paraná, las actividades de la fiesta patronal fueron alentadas por el lema "Nuestra Señora del Rosario y san José, custodien a la familia".
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Durante la Misa, el Arzobispo de Paraná, Mons. Juan Puiggari, reconoció que les "ha invadido el frío de una nueva ola de secularismo, hemos avanzado en la anticultura de la muerte, con la trágica promulgación de la ley del aborto que en su lógica nos está llevando a la eutanasia, la legalización de la droga, el desprecio de la vida que se manifiesta en la violencia y en la inseguridad".
"Mirando a nuestra Madre, queremos decirle que nos duele cómo nos hemos alejado del proyecto de Jesús", dijo Mons. Puiggari.
El Prelado indicó que "no queremos quedarnos en el lamento", por lo que alentó a "renovar el impulso evangelizador" y "contemplar hoy a María, esperanza nuestra, que nos enseña a esperar".
"La esencia de nuestra esperanza es la salvación, el cielo, la posesión de Dios. Al cual hay que alcanzar, viviendo aquí en la tierra con un compromiso con su voluntad y trabajando en construir un mundo más reflejo de la Casa de Dios, anticipo de su casa definitiva. María nos enseña a pedirla como gracia", expresó el Arzobispo de Paraná.
Al finalizar la Misa, la comunidad realizó una caravana junto a la imagen mariana por las calles de la ciudad que duró unas seis horas.
Desde la Prelatura de Cafayate, los peregrinos participaron en las Misas, el rezo continuo del Santo Rosario y un momento de fiesta cultural.