Desde hace 30 años el Hospital Monkole, situado en una barriada pobre de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, ha devuelto miles de sonrisas a niños en extrema pobreza a los que ha operado por deformidades como el "pie zambo" y otras patologías.
El Hospital Monkole, impulsado por el Opus Dei, se ubica en el barrio de Mont-Ngafula, donde el paro alcanza al 82% de los residentes. El 70% de los pacientes del hospital vive sin casi recursos.
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El Hospital comenzó su proyecto en la República Democrática del Congo en 1991. Entonces el hospital funcionaba en unos pocos barracones con el empuje de un grupo de jóvenes médicos congoleños.
Hoy es un centro médico que ofrece servicios sanitarios y de hospitalización en uno de los barrios periféricos más deprimidos del Congo.
Además de ofrecer consulta médica y hospitalización para 158 pacientes, el Hospital Monkole se ha alzado como un referente en la lucha contra enfermedades como el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis.
Entre las especialidades que ofrece este hospital católico se encuentra la ginecología y obstetricia, la cirugía, la medicina interna y la pediatría.
El proyecto sanitario de Monkole no ha dejado de crecer en estos 30 años de historia, y cuenta ya con otros tres centros situados en otros barrios pobres de Kinshasa: Eliba, Kimbondo y Moluka. Dos veces por semana, los médicos de Monkole se trasladan a estos otros centros para atender a la población local.
Monkole ha impulsado también una escuela de enfermería y un centro de formación continua para médicos.
Sin embargo, la atención del Hospital Monkole está puesta en ginecología y pediatría. Según las estadísticas, en el Congo fallecen 700 madres en el parto por cada 100.000 nacimientos. Muchos de esos fallecimientos se podrían haber evitado con una adecuada atención médica durante el embarazo y el parto, atención a que muchos congoleños no reciben por falta de recursos.
En Monkole, "nadie muere a las puertas del hospital por falta de recursos económicos", señaló el presidente de Fundación Amigos de Monkole, Enrique Barrio. Para ello, han impulsado proyectos como "Forfait Mamá", una iniciativa con 10 años de historia "con el objetivo de ayudar en el parto de sus bebés a mujeres embarazadas sin recursos económicos".
"Gracias a nuestros donantes ya hemos logrado ayudar a más de mil madres y esperamos duplicar esta cifra en los próximos años", explicó Enrique Barrio.
Además de salvar la vida a cientos de madres, el Hospital Monkole se ha volcado con los niños del Congo. Uno de los grandes problemas de salud que afecta a miles de menores en este país africano es el "pie zambo".
Se trata de una malformación congénita causada por el raquitismo, enfermedad resultante de problemas de alimentación. Es, por lo tanto, una enfermedad que padecen los pobres. El pie zambo lo padecen 1 de cada 1000 nacidos. Las malformaciones pueden implicar que el niño nazca con el pie torcido o incluso invertido.
El Hospital Monkole cuenta con una unidad de cirugía especializada en esta dolencia. EN los últimos 10 años, el Hospital Monkole ha realizado más de 1000 operaciones de raquitismo logrando que esos niños puedan regresar a la escuela y jugar con normalidad.
El proyecto surgió gracias a un niño, Diogo, de un poblado cercano a la localidad de Kinkuemi, que padecía pie zambo. Su familia carecía de medios económicos para tratar la dolencia del menor.
Los responsables del Hospital, tras conocer al niño en la calle, acudieron a su familia y hablaron con ella sobre la posibilidad de curarle. La Fundación Amigos de Monkole financió la operación y dio acompañamiento a la familia del menor.
Aquel fue el primer caso de éxito en el tratamiento del pie zambo en el Hospital Monkole y, por ello, el proyecto recibe el nombre de aquel niño: Proyecto Diogo.
Para colaborar con este proyecto acceda a la Fundación Amigos de Monkole AQUÍ.