Jesús Magaña, presidente de la plataforma Unidos por la Vida en Colombia, advirtió que la eutanasia de Martha Liria Sepúlveda Campo, una madre enferma de 51 años que no está en estado terminal, generará mucho daño, dolor y fracaso en la vida de las personas.
"Sabemos, sentimos, creemos y nos solidarizamos con ella en el sufrimiento de su enfermedad, pero creemos que está equivocándose en la solución", dijo Magaña en declaraciones a ACI Prensa.
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"Creemos que la solución pasa, desde el punto de vista estrictamente humano, por los cuidados paliativos, y de apoyo de la familia que sentimos no es suficiente", agregó.
Martha Liria es una madre de 51 años de Medellín y que padece de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo que hizo que en 2020 sus piernas dejaran de responderle.
La esclerosis lateral amiotrófica o ELA es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios, que afecta a 5 personas de cada 100 mil en el mundo.
El 3 de octubre CaracolTV difundió un reportaje en el que la mujer dijo estar "tranquila" con su decisión de someterse a la eutanasia y que es "una persona católica, me considero muy creyente de Dios, pero, repito, Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos"
En el reportaje se indica que la muerte de Martha está programada para el domingo 10 de octubre a las 7:00 a.m.
De persistir en su decisión, Martha Liria Sepúlveda sería la primera mujer en estado no terminal que muera tras la decisión de la Corte Constitucional de Colombia que permitió, en julio de este año, que los enfermos no terminales puedan acceder a esta práctica.
"Ojalá que los sacerdotes a los que ella se está acercando le puedan dar orientación. Ya ella comentó que algún sacerdote con el que fue a confesarse no le dio la absolución precisamente por lo que está pensando hacer", dijo Magaña a ACI Prensa.
"Ojalá que el Señor toque su corazón, la ilumine y le dé la posibilidad de entender que esta es una oportunidad de crecer y no para perder su vida totalmente", indicó.
"Es un comentario que hacemos con mucho dolor en el corazón por esta terrible confusión que Martha Liria genera para su vida y para otras personas en Colombia que va a generar mucho daño, mucho dolor y mucho fracaso en la vida de las personas", advirtió el presidente de Unidos por la Vida.
Magaña destacó la importancia de recurrir a los cuidados paliativos y consideró que creer que Dios ve con buenos ojos la decisión de la mujer de someterse a la eutanasia es una "posición de una persona confundida que trata de solucionar un problema con una solución más grave que el propio problema".
"Es una verdadera contradicción y confusión en esa mentalidad contaminada de hedonismo, donde lo único o lo bueno es el placer, no sentir dolor, y lo malo precisamente es el dolor", lamentó.
Magaña dijo además que "la verdad es que la vida, en su devenir constante, tiene dolor permanentemente. Bajo esta visión la vida no vale la pena vivirse porque el dolor va a estar presente. En ese sentido habría que suicidarnos todos".
El presidente de Unidos por la Vida resaltó asimismo que "el sentido católico y cristiano de la vida nos indica que el dolor sí tiene un sentido, si tiene un por qué".
Este está en "ser mejor personas y entender lo que es valioso y superfluo; pero sobre todo entender que, en este dolor podemos encontrar un sentido de servicio a los demás y una unión con el Señor".
Eso, concluyó, "nos llama a identificarnos, para los que creemos en Jesús, con su pasión, su muerte y también con su resurrección".
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
