Los miembros de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de Argentina celebraron la fiesta patronal de Nuestra Señora del Buen Viaje y fueron alentados a renovar el seguimiento a Jesús, quien es Camino, Verdad y Vida.
Miembros de la PSA junto al Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, vicarios, capellanes y sacerdotes de otros estamentos, llegaron el 5 de octubre en peregrinación hasta la Catedral de Morón, lugar donde se venera la advocación mariana.
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En su homilía, Mons. Olivera explicó que la Virgen María "nos trajo al verdadero camino para el encuentro con Dios, María nos trajo y nos lleva siempre a Jesucristo, por eso nuestra devoción mariana".
"Ella dijo 'hágase en mí según tu Palabra' y nos trajo al autor de la Salvación, a su Hijo Jesús y en su Hijo nosotros hemos tenido la gracia de recibirl a María como Madre, porque el mismo Señor al pie de la Cruz nos la dejó", agregó.
"Que María del Buen Viaje, nos acompañe en el viaje de la vida, que María del Buen Viaje nos recuerde y nos renueve el seguimiento a Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida".
"Que la Virgen Santísima mire nuestras propias vidas y reciba la vocación y el servicio de cada uno de ustedes, que nos renueve en la entrega, en el amor a la patria y los hermanos", dijo.
Mons. Olivera comentó que fue en esa Catedral donde vivió su "crecimiento espiritual", su ordenación diaconal, presbiteral y episcopal.
"Recuerdo que aquí había un dibujo de la Virgen junto a un tren, un avión, un ómnibus y autos significando a la Virgen del Buen Viaje como patrona de todo aquello que emprenden un buen viaje", señaló.
El Obispo Castrense valoró que esta sea la primera peregrinación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria "la más joven de las Fuerzas en nuestra patria y la más joven en nuestra presencia diocesana".
Los miembros de la PSA sobre todo los capellanes "están allí, donde nuestros fieles están, en el trabajo día a día, y van ayudando justamente a tener nuestra mirada más en Dios, acompañarlos en la vida humana y en el crecimiento de una vida digna, pero también acompañarlos en el camino de la vida".
El Obispo Castrense encomendó "bajo el manto de la Virgen" la vida de todos los integrantes de las fuerzas así como el servicio pastoral de la Diócesis Castrense.
"Queremos pedirle a la Virgen que nos ayude a mirar al cielo, las dificultades, las situaciones que nos tocan, que no haga vivir siempre como hermanos", y reconociéndose "en el viaje de la vida, como peregrinos a la Patria definitiva y al cielo", expresó Mons. Olivera.