Al finalizar la oración el Angelus, el Papa Juan Pablo II recordó que hace diez años, el 7 de abril de 1994, comenzó en Ruanda el conflicto entre las etnias hutu y tutsi, que llevó al genocidio de “centenares de miles de personas”, e hizo un nuevo llamado a la paz en la región de los Grandes Lagos.
“Oremos al Señor para que tal tragedia no se repita jamás” dijo el Santo Padre. “A vosotros queridas poblaciones, a vosotros, queridos religiosos y civiles, a todos vosotros que, en la comunidad internacional, os empeñáis generosamente para llevar la paz en la región de los Grandes Lagos, os digo: ¡No perdáis el ánimo!”
Bienaventurados los que trabajan por la paz