La Arquidiócesis de Salta (Argentina) celebró con gozo la Fiesta del Milagro este 15 de septiembre, y renovó su "pacto de fidelidad" ante las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.

Alrededor de las 10:00 a.m. (hora local) y con un aforo restringido, el Arzobispo de Rosario, Mons. Eduardo Martín, presidió una Misa en la Catedral del Señor y Virgen del Milagro de Salta.

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En la Eucaristía participaron el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Cargnello; el Obispo de San Justo, Mons. Eduardo García; el Obispo Emérito de Puerto Iguazú, Mons. Marcelo Martorell; y el clero local.

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"Es hermoso que hoy podamos renovar este Pacto de Fidelidad, que ustedes desde ya hace siglos vienen realizando al Señor", dijo Mons Martín a los presentes.

"Pertenecer, esto es lo importante. Decir que 'el Señor es nuestro y nosotros somos suyos', es este sentido de pertenencia, lo que nos da la identidad como personas y como pueblo es la pertenencia".

"La cultura moderna, contemporánea siempre ha querido arrancarnos nuestras raíces, siempre nos ha hecho creer que uno renunciando a las raíces, olvidándose de dónde viene, va a ser más uno mismo, va a tener más libertad".

"Qué importante es que cada año se renueve este Pacto y que cada día renovemos nuestra fidelidad al Señor, diciéndole que somos de Él y Él es nuestro", insistió.

Mons. Martín recordó que "sólo la constancia salva nuestras vidas, sólo la perseverancia, sólo renovar cada día el sí al Señor es lo que nos hace estar de pie, nos hace caminar con esperanza aún en medio de las grandes dificultades que atravesamos en este tiempo de sufrimiento por la pandemia, la falta del trabajo, la pobreza, la violencia, la drogadicción y el narcotráfico y tantos otros males que padecemos".

"Este Pacto, esta alianza, esta renovación de la alianza es ante el Señor Crucificado. Esta es la gran paradoja, que dando la vida, perdiendo la vida se la salva, es lo que el Señor Jesús hizo por nosotros. Tanto amó Dios al mundo que nos envió para que fuéramos salvados por medio de Él".

"¡Cuánto amor, cuánta misericordia, cuánta compasión del Señor por todos y cada uno de nosotros! Por esta humanidad menesterosa, humanidad pobre, humanidad pecadora", agregó.

Mons. Martín alentó a pedir al Señor la gracia de animarse "a dar la vida, a perder la vida por nuestros hermanos, a ser servidores de nuestros hermanos y no a querernos servir de ellos".

"Cuánto necesita nuestra patria de este amor para zanjar las grietas que nos dividen y nos enfrentan, para descubrir que el otro es mi hermano, que el otro es un don para mí y no es un cero a la izquierda, que aunque el otro no piense como yo o sea distinto es un bien para mí, por el cual estoy llamado a dar la vida", admitió.

En la tarde, el pueblo de Salta realizó la tradicional procesión y renovación del "Pacto de fidelidad" en el Monumento 20 de febrero.

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A una sola voz, dirigieron sus votos hacia el Señor del Milagro diciendo "Tú dulce Jesús, serás siempre nuestro y nosotros seremos tuyos". También imploraron la protección de la Virgen del Milagro a través de la oración.

El Prelado dijo que de los presentes "depende que el año que viene nos podamos reunir todos". A la Virgen y al Señor del Milagro "pedimos que protejan a todo el mundo para que la pandemia sea vencida, pero con un acto de humildad de parte de la humanidad".

Que la humanidad "sepa reconocer que la luz de la inteligencia es iluminada por Jesús a través del espíritu y que con Dios se acelera el bien, que con Dios nos unimos los hombres y los pueblos y que con Dios podemos hacer una humanidad mejor".

De esa manera concluyeron los tres días de celebración en honor a la Virgen del Milagro, la Exaltación de la Santa Cruz y del Señor del Milagro.