El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. José Gomez, publicó un mensaje por los 20 años de los atentados del 11 de septiembre (11S) en el que elevó sus oraciones por los miles de fallecidos ese día y pidió a Dios que consuele a los que aún lloran.
"Le pedimos a Dios que brinde consuelo a quienes hoy lloran, serenidad a los corazones consumidos por el odio, y que procure la paz para nuestro mundo atribulado", expresó el también Arzobispo de Los Ángeles en el mensaje publicado este viernes.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Al recordar el vigésimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, nuestros corazones están con todos aquellos que perdieron a sus seres queridos ese día", resaltó el Arzobispo.
"Oramos por las vidas inocentes que se perdieron, por quienes siguen de duelo y por las muchas personas que todavía sufren las heridas físicas, emocionales y espirituales de esos atentados", agregó el Prelado de origen mexicano.
Mons. Gomez dijo que el 11 de septiembre "fue un día oscuro de destrucción y muerte, pero también recordamos a muchos héroes como los socorristas, bomberos, policías, equipos médicos de emergencia y de rescate. Muchos de ellos dieron sus vidas al servicio de sus hermanos".
"Esta violencia, nacida del peor mal en el corazón humano, también sacó a relucir lo mejor de nuestra humanidad. Hoy pensamos en el coraje y la generosidad de innumerables personas comunes y en el espíritu de unidad y auténtico patriotismo de los que fuimos testigos en los días posteriores a estos ataques".
El presidente de la USCCB señaló que "honramos a los muertos por la forma en que vivimos. Y hoy oramos por un nuevo espíritu de orgullo y unidad nacional. Que Dios nos inspire a todos a buscar el compañerismo, la reconciliación y un propósito común".
"Encomendamos nuestras oraciones y nuestra nación a la Santísima Virgen María, Madre de Dios y madre de cada uno de nosotros", concluyó.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001, conocidos como 11S o 9/11, consistieron en cuatro ataques perpetrados por terroristas suicidas de Al Qaeda, que dejaron como trágico saldo 2.996 muertos y más de 25 mil heridos.
Los atentados destruyeron en Nueva York el World Trade Center, también conocido como las Torres Gemelas; y causaron graves daños en el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Los terroristas secuestraron cuatro aviones. Dos fueron estrellaron contra el World Trade Center, lugar conocido ahora como Zona Cero; un tercero se estrelló contra el Pentágono; mientras que el cuarto, que tenía como objetivo el Capitolio en Washington D.C., se estrelló en campo abierto cerca de Shanksville, Pensilvania.
Las pérdidas se calcularon en 10 mil millones de dólares. Luego de los atentados, el gobierno del presidente George W. Bush y sus aliados establecieran la política conocida como "guerra contra el terrorismo".
Los atentados fueron reivindicados por el grupo terrorista Al Qaeda, dirigido por Osama Bin Laden, y que tenía como base de operaciones Afganistán, que entonces era gobernado por los talibanes.
Afganistán fue intervenido militarmente ese mismo año, provocando la caída del régimen talibán.
Osama Bin Laden, el terrorista fundador de Al Qaeda, fue durante varios años el criminal más buscado del planeta. El 2 de mayo de 2011 un comando estadounidense lo abatió en una operación realizada en Pakistán.