Tras un año de espera debido al COVID-19, los fieles de la ciudad de Victoria en Entre Ríos (Argentina) podrán celebrar por partida doble la fiesta de su patrona, Nuestra Señora de Aránzazu, y la elevación de su parroquia a basílica menor.
El 28 de mayo de 2020 el Obispo de Gualeguaychú, Mons. Héctor Zordán, anunció que el Papa Francisco había otorgado el título de basílica menor a la parroquia Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de Aránzazu.
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La comunidad se disponía a celebrar la fiesta patronal en forma presencial el 8 de septiembre de ese año, pero la situación sanitaria en el país obligó a cambiar las actividades a un formato online.
Sin embargo, este año, con la posibilidad de habilitar en un 70% el aforo del lugar y con renovada esperanza, los fieles prepararon la celebración con el lema "Madre de Victoria junto a San José vivamos y demos testimonio de Jesús".
De esa manera, dedicaron nueve días al rezo de la novena presencial en honor a la Virgen de Aránzazu.
En cada jornada hubo una predicación, el rezo del Santo Rosario y una Eucaristía con la participaron distintas comunidades, pastorales, grupos civiles y artistas.
Además, se solicitó una colaboración en alimentos no perecibles para los más desposeídos y se inició un ciclo radial diario con la historia de la advocación mariana de origen Vasco.
El 8 de septiembre, día de la fiesta patronal, realizarán una caravana de autos por la ciudad a partir de las 10:00 a.m.
A las 7:00 p.m. Mons. Zordán presidirá la Santa Misa y dará lectura al decreto que eleva a la parroquia como Basílica Nuestra Señora de Aránzazu.
El párroco de Nuestra Señora de Aránzazu, P. Héctor Trachitte, manifestó a ACI Prensa que luego de estar un año sin actividades presenciales, este tiempo se da "en un clima de fiesta, en un clima de oración y de amor a la Virgen".
"En este momento de la historia, en este contexto de tanto dolor, nosotros tenemos este regalo de manos de la Virgen y del Papa Francisco", expresó.
El P. Trachitte también dijo que es un orgullo y un impulso para la comunidad seguir trabajando el ámbito pastoral, misionero y social histórico, ya que "la fundación de la ciudad de Victoria está marcada por la primera Misa que se celebró en este lugar el 13 de mayo de 1810".
"Es un compromiso seguir trabajando en esa herencia que recibimos de nuestros parientes llegados de tan lejos a estas tierras", agregó el P. Trachitte.
Las actividades son transmitidas por la radio LT 39 Emisora Victoria en el 90.3 FM, el canal 2 "Victoria Te Ve" y el Facebook de Parroquia Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, entre otros.
Historia de la Virgen de Aránzazu
Corría el año 1469 en Oyarzum, provincia de Guipúzcoa del País Vasco (España), cuando un pastor que cuidaba su rebaño fue atraído por el sonido de un cencerro.
Al llegar, encontró en un árbol de espinas una imagen tallada en piedra de la Virgen María con el Niño Jesús en los brazos. La exclamación del pastor fue: "¡Arantzan zu!" que se traduce como "¿Tú en el espino?".
La devoción se extendió con fuerza entre la población hasta ser nombrada patrona de la provincia de Guipúzcoa. El lugar ubicado a 750 metros sobre el nivel del mar, rodeado de montañas y vegetación, se convirtió en monasterio y luego en santuario, fue servido por mercedarios, dominicos y desde 1514 por los franciscanos.
El monasterio estaba terminado hacia 1553 y soportó tres incendios. En 1950 se propuso la construcción de lo que es hoy la basílica y fue consagrada en 1969 para el V centenario de la aparición de la Virgen de Aránzazu.
En la imagen actual se muestra a la Virgen María tallada en piedra. Mide 36 centímetros y pesa 9 kilos. En su mano izquierda está sentado el Niño Dios y ambos sostienen lo que sería la figura del mundo. La imagen está acompañada por un espino blanco y un cencerro.
La devoción a Nuestra Señora de Aránzazu en Argentina está arraigada a los orígenes y crecimiento de la ciudad de Victoria en Entre Ríos.
Por iniciativa de sus habitantes y de Salvador Joaquín de Ezpeleta, acaudalado comerciante y ferviente devoto de la Virgen bajo la advocación de Aránzazu, se levantó un oratorio en un amplio rancho.
La primera Misa en este lugar se celebró el 13 de mayo de 1810.
En sus inicios, este lugar se llamó Villa de Nuestra Señora de Aránzazu de la Victoria, hasta que en 1829 el gobernador de Entre Ríos, León Sola, le otorgó el título de ciudad.
En 1853 se comunica la bula del Papa Pío IX que autoriza a la advocación de Nuestra Señora de Aránzazu y de San José Obrero como patronos de la ciudad.
La primera piedra de la iglesia fue instalada el 21 de abril de 1872 y el 8 de septiembre de 1875 se bendijo e inauguró el altar.