Recientemente, expertos en derechos humanos se pronunciaron ante la ONU para advertir el grave riesgo de violencia mortal al que están expuestos miles de cristianos en Afganistán; y llamó a los gobiernos a garantizar su pronta salida del país.
El 24 de agosto, en la 31° Sesión especial del Consejo de Derechos Humanos que trató sobre la situación de las minorías religiosas en Afganistán, Giorgio Mazzoli, el Oficial Jurídico de las Naciones Unidas para la organización de defensa legal cristiana ADF International en Ginebra, habló sobre la grave situación de los derechos humanos en el país, indicó ADF en su sitio web.
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En su discurso, Mazzoli señaló que la grave situación contra la libertad y democracia, y la consecuente y agudizada crisis humanitaria en Afganistán, está obligando a muchos ciudadanos a huir para no ser sometidos a la violencia por el actual régimen.
"ADF International está profundamente preocupada por el rápido deterioro de la situación de seguridad y derechos humanos en Afganistán", dijo.
"Las desgarradoras perspectivas de libertad, democracia y Estado de derecho, agravadas por una crisis humanitaria cada vez más profunda, están obligando a miles de hombres, mujeres y niños afganos a desplazarse dentro del país y obligando a muchos más a buscar escapar de la persecución y la opresión", agregó.
Además, advirtió que los cristianos en Afganistán están en un riesgo extremo de ser asesinados por su fe bajo la sharía o ley islámica; y llamó a los gobiernos a tomar medidas sólidas y coordinadas para salvarlos.
"ADF International desea llamar la atención del Consejo sobre la terrible situación de las comunidades religiosas minoritarias en Afganistán, que ya habían estado viviendo en un entorno legal y social hostil durante décadas y ahora corren un riesgo extremo de ser blanco de violencia mortal", indicó.
"Entre ellos, se estima que hay diez mil cristianos, muchos de los cuales son 'culpables' de convertirse del islam [al cristianismo], un crimen que se castiga con la muerte según la ley sharía", subrayó.
La sharía significa "camino a la paz" y es la base del derecho islámico. Se define como un conjunto de normas que rigen el código de conducta y que está basado en el Corán, libro sagrado del islam. Los artículos de la Constitución de 2004 de Afganistán se rigen bajo la sharía y su aplicación es la más radical del mundo islámico.
Con el regreso de los talibanes el 14 de agosto, el ejercicio de la libertad religiosa y de todos los derechos humanos han desaparecido. Se estima que en Afganistán hay de 8 a 12 mil cristianos de todas las confesiones; sin embargo, la Iglesia Católica allí es totalmente clandestina. Todos los cristianos son conversos, pues en el país la apostasía está penada con la cárcel e incluso con la muerte.
Mazzoli también reportó un aumento de personas que pertenecen a las minorías religiosas, que están siendo asesinadas y violentadas; y llamó a la comunidad internacional a ayudarlos a todos a evacuar sin importar su documentación.
"A medida que surgen rápidamente relatos inquietantes de asesinatos, hostigamiento e intimidación contra ellos, instamos a los estados y a la comunidad internacional a que presten la máxima atención a estas minorías perseguidas y garanticen las condiciones para su salida rápida y segura del país, independientemente de si cuentan con documentos válidos de viaje".
En ese sentido, Mazzoli afirmó que la problemática actual "requiere de una respuesta inmediata, sólida y coordinada de la comunidad internacional, en la que el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales se considere un requisito previo absoluto para un proceso de paz y reconciliación creíble".
Reconoció "los esfuerzos para evacuar y reasentar a las personas vulnerables" e instó "a todas las partes a asegurar su paso seguro fuera del país".
"Nos sumamos al llamado a los gobiernos para que detengan temporalmente las deportaciones a Afganistán, y reconsideren las solicitudes de los afganos solicitantes de asilo rechazados, que tienen miedo de la persecución debido a su fe o creencias", expresó.