El sacerdote Dámaso Suazo Murillo, vicario de la parroquia San Juan Bautista de Muy Muy, en el departamento nicaragüense de Matagalpa, falleció el lunes 30 de agosto después de estar varios días hospitalizado a causa del COVID-19.
En un comunicado, la Diócesis de Matagalpa informó "con profundo dolor el fallecimiento del padre Dámaso Suazo, quien será recordado por su sencillez, entrega y cercanía al rebaño encomendando en diversas parroquias durante 25 años de ministerio".
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"Sus funerales se realizarán esta mañana de manera inmediata en la comunidad La Asunción, perteneciente a la parroquia San Juan Bautista, Muy Muy, de donde es originario", indicó la Iglesia local el 30 de agosto.
El P. Suazo, de 66 años, estuvo internado en el Hospital Regional de Matagalpa. El sacerdote padecía de diabetes e hipertensión, condiciones que agravaron su estado de salud.
En la mañana del lunes, cuando el féretro con el cuerpo del P. Suazo salió del hospital, dos sacerdotes y amigos suyos, el P. Mangel Hernández y el P. Francisco Reyes, realizaron un responso a la orilla de la carretera. Seguidamente el cuerpo fue trasladado a la comunidad Asunción en Muy Muy, donde será sepultado.
El próximo 1 de diciembre el P. Suazo, junto al P. Reyes y el P. Mangel, estarían cumpliendo 25 años de ordenación sacerdotal.
En los últimos 15 años el P. Suazo fue designado como vicario parroquial en las parroquias San José de Matiguas, Sagrado Corazón de Jesús en las Calabazas-Dario, Santa Lucia-Dario, Nuestro Señor de Esquipulas y San Bautista Muy Muy.
Con la muerte del presbítero, suman 15 los sacerdotes de la Iglesia en Nicaragua que han fallecido durante la pandemia de coronavirus.
En otro comunicado emitido el 30 de agosto, la Diócesis de Matagalpa se dirigió a los sacerdotes, religiosos y fieles, para señalar que "a esta hora, a causa del COVID-19 hemos comprendido que todos estamos involucrados e implicados en la transmisión y contagio de esta enfermedad".
"Muchísimos han sido afectados directamente por la pandemia, enfermos, fallecidos, entre ellos, más de una decena de sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos", continuó.
En ese sentido, la Iglesia local pidió ser solidarios con el prójimo y "cumplir estrictamente las recomendaciones que se nos han dado desde el inicio de la pandemia".
"Los templos continuarán abiertos y las celebraciones en ellos se seguirán realizando, pero les exhorto encarecidamente con el corazón de padre y pastor, a vivir preferencialmente las Eucaristías, aún las dominicales, a través de los medios de comunicación, radio, televisión y redes sociales, y a recibir con todo el fervor, amor y devoción a Jesús de forma espiritual", añadió.
El viernes pasado, la Arquidiócesis de Managua informó que el Cardenal Leopoldo Brenes, de 72 años, dio positivo a la prueba de la COVID-19. El martes 31 de agosto, el Purpurado informó a través de un comunicado "que experimenta una mejoría en su salud" y que, para constatar estos avances positivos, le están realizando exámenes médicos complementarlos".