El Papa Francisco nombró al Cardenal Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena (Austria) como enviado especial en las celebraciones del 1.100 aniversario del martirio de Santa Ludmila, la primera santa de Bohemia, República Checa y abuela del Príncipe San Wenceslao.
Las celebraciones tendrán lugar en la ciudad de Tetín, cercana a Praga, el próximo 18 de septiembre de 2021.
Pero, ¿quién fue Santa Ludmila, patrona de la zona de Bohemia?
Según la Enciclopedia Católica, Santa Ludmila fue esposa de Borivoj, el primer duque cristiano de Bohemia. Nació en torno al año 860 y murió cerca de Beroun el 15 de septiembre de 921, después de que su nuera encargó su muerte a dos nobles que la estrangularon con su velo.
Santa Ludmila y su marido Borivoj se convirtieron al cristianismo y se bautizaron en el año 871. Tuvieron dos hijos Spytihnev, quien accedió al trono pero murió dos años más tarde, y Bratislao que fue su sucesor.
Bratislao I de Bohemia estaba casado con Drahomira y tuvieron dos hijos gemelos: San Wenceslao y Boleslao el Cruel.
San Wenceslao vivió con su abuela Ludmila en la ciudad de Tetin. Al morir Vratislav, dejó a Wenceslao como su sucesor.
Drahomira, celosa de la influencia que ejercía Ludmila sobre su hijo Wenceslao, instigó a dos nobles a matarla. La tradición dice que la estrangularon con su velo. Fue enterrada en la iglesia de San Miguel de Tetín, pero posteriormente trasladaron sus restos a la iglesia de San Jorge, en Praga.
Es la primera santa de República Checa, se la venera como patrona de la zona de Bohemia y su fiesta se celebra el 16 de septiembre.
Abuela de San Wenceslao
San Wenceslao fue un soberano checo que evangelizó a su pueblo, modificó el sistema judicial y redujo las condenas relativas a la pena capital o a la tortura.
El santo fue hijo de Bratislao I de Bohemia y de su esposa Drahomir. También es nieto de Santa Ludimila, esposa del primer duque cristiano de Bohemia, quien se encargó de su educación y le enseñó a amar y servir a Dios.
De joven, el santo perdió a su padre tras una guerra y por ello su madre asumió el poder. Sin embargo, ella instauró una política anticristiana y secularista que convirtió al pueblo en un caos total.
Ante esta situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono y protegiera el cristianismo, lo que provocó que los nobles asesinaran a su abuela al considerarla una latente amenaza para los intereses de Drahomir.
Posteriormente la reina fue expulsada del trono y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo.
Como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Iglesia. Siempre gobernó con justicia y misericordia.
Por oscuros intereses políticos, Boleslao –que ambicionaba el trono de su hermano Wenceslao– asesinó de una puñalada al santo rey durante unas festividades.
El pueblo proclamó al rey Wenceslao como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones.
Tiempo después fue proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.