El Arzobispo de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio, alentó a vivir en la esperanza y en espíritu de "unidad y comunión" a la que invita la Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de Urcupiña, patrona de la Integración.
Durante la Misa dominical realizada en el Santuario de la Vigen María de Urcupiña, Mons. Aparicio se refirió a la lectura del Apocalipsis que describe a la Virgen María con la luna bajo sus pies y el enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos representando "la presencia del mal en este mundo".
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El Arzobispo de Cochabamba invitó a superar ese mal, representado en las situaciones de dolor por la pandemia, la crisis en el mundo, la situación social y política que divide al país, siendo "hijos e hijas de un único Padre" con la ayuda de la Virgen María en al advocación de la Patrona de la Integración.
"En la misma imagen, aparece la Virgen, la mamita de Urcupiña, la Asunta, aparece hermosa, resplandeciente, aquélla que ilumina nuestra vida, aquélla que nos invita a caminar bajo su modelo".
"Esta imagen de la Virgen nos invita a ver, paralelamente a toda esta nube negra, ver aquello que nos trae de esperanza, aquello que nos trae de ilusión. Nos anuncia la vida en plenitud".
"Reconocemos en nuestra mamita, no sólo su belleza y su grandiosidad, no sólo ser Madre del Salvador y Madre nuestra, sino también como el anuncio de la vida, de la armonía, de la fraternidad, a la que también estamos llamados", sostuvo Mons. Aparicio.
"Ella acompaña nuestra vida. Ella acompaña nuestro peregrinar. Ella está con nosotros", agregó.
Hablar de la Madre de Dios es también saber que a "imagen de la Virgen María, podemos sentar en las defensas de la vida, el cuidado de la casa común, en la integración fundamental", afirmó.
En ese sentido, pidió que la Virgen de Urcupiña, nombrada patrona de la Integración Nacional en 1998 por el gobierno, ayude al pueblo a vivir el espíritu de "unidad y comunión para el bien de nuestros hermanos bolivianos, sobre todo los más necesitados, los más pobres. Esto tiene que ser una realidad".
Que con "la mamita de Urcupiña" podamos también "ser signo de unidad, de comunión, de paz, de fraternidad, signos de reconocernos como hermanos, porque somos hijos e hijas de un único Padre", alentó Mons. Aparicio.
También el Arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, alentó a integrar más el país porque "hoy persiste un clima de enfrentamientos y tensiones a nivel social y político que amenaza dividirnos y disgregarnos".
"Nuestra Patrona de la Integración Nacional, nos anima a romper las cadenas de resentimientos, venganzas, sospechas, discursos violentos y actitudes intransigentes y a buscar el acercamiento y diálogo verdadero, en el respeto, la escucha y la aceptación del otro en vista a encontrar soluciones pacíficas y concertadas".
"Solamente unidos podemos soñar un país renovado, que tenga las fuerzas y energías de responder a los grandes desafíos actuales, como demoler los muros que nos dividen, implementar una justicia independiente y un clima de paz, superar la pobreza, cuidar y respetar la tierra, incrementar las fuentes de trabajo y favorecer condiciones de vida digna para todos los ciudadanos, sin discriminar a nadie", afirmó Mons. Gualberti.