El Obispo de Puerto Príncipe (Haití), Mons. Max Leroy Mésidor, pidió a los sacerdotes, comunidades religiosas y fieles organizar una semana de oración en solidaridad con las víctimas del terremoto que tuvo lugar el pasado sábado 14 de agosto en Haití.
El número de víctimas del terremoto sigue aumentando y supera ya los 1.400 fallecidos.
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Además, la amenaza de una tormenta tropical Grace, prevista para los próximos días, podría complicar tremendamente las labores de rescate y operaciones de socorro que se están llevando a cabo. Las fuertes lluvias que podría traer esta tormenta tropical acarrearía deslizamientos de tierra y riesgo de inundaciones.
Ante esta situación el Obispo de Puerto Príncipe pidió que se lleve a cabo una semana de oración, del 18 al 24 de agosto, para pedir por el descanso eterno de las víctimas, el consuelo de los familiares. Durante esa semana también se recogerán donaciones de los fieles para ayudar a la reconstrucción.
Según destaca Vatican News, la capital de Haití, Puerto Príncipe, no fue especialmente afectada por el terremoto de 7,2 grados de intensidad, pero las regiones del suroeste de la isla fueron duramente golpeadas
Varias iglesias sufrieron graves daños, incluida la Catedral de la ciudad de Jérémie que se derrumbó parcialmente con algunos fieles en su interior, así como la Iglesia de la Inmaculada Concepción de la Comuna Inglesa, que se trata de una joya arquitectónica.
Escuelas y otras instituciones administradas por la Iglesia católica también sufrieron graves daños.
Dos sacerdotes perdieron la vida; e incluso el Cardenal Chibly Langlois fue herido en el colapso de su obispado en Les Cayes, pero actualmente se encuentra fuera de peligro.
Vatican News recoge que según las últimas cifras de la Protección Civil haitiana, hay alrededor de 1.400 muertos y más de 6.900 heridos. Más de 37.000 casas han sido destruidas. Los trabajadores de rescate están activos, en busca de potenciales supervivientes atrapados bajo los escombros.