Los frailes capucchinos de Pietrelcina celebran este 14 de agosto los 111 años de la primera Misa que celebró el Padre Pío.
Las celebraciones darán comienzo a las 17:30 con el rezo del Santo Rosario en la parroquia de Santa María de los Ángeles de Pietrelcina y, a continuación, se celebrará la Santa Misa presidida por Mons. Orazio Francesco Piazza, Obispo de Sessa Aurunca.
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Santa María de los Ángeles es la parroquia en la que San Pío celebró su primera Misa el 14 de agosto de 1910, cuatro días después de ser ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento.
Precisamente, el pasado 10 de agosto, tuvo lugar en esta catedral una celebración eucarística presidida por el arzobispo Mons. Felice Accrocca, para recordar la ordenación sacerdotal del Padre Pío.
Como se recuerda en el sitio web de la parroquia de Santa María de los Ángeles, en esta iglesia el Padre Pío, además de celebrar su primera Misa, también tuvo largos momentos de oración e intimidad con Dios, éxtasis al pie del altar y el fenómeno místico de la fusión de los corazones.
El mismo Padre Pío describía aquel fenómeno con estas palabras: "El corazón de Jesús y el mío ya no eran dos corazones que latían, sino uno solo. Mi corazón había desaparecido como una gota de agua que se pierde en el mar".
En un comunicado de hace un año con motivo de esta misma celebración, los frailes capuchinos de Pietrelcina explicaban que el Padre Pío "no se cansaba nunca de exhortar y de advertir a todos para participar asiduamente a la Celebración Eucarística".
"Los efectos saludables que se producen en el alma de quienes participan en la Misa son admirables: se obtiene el arrepentimiento y el perdón de los pecados, disminuye el castigo temporal por los pecados, debilita el imperio de Satanás y el furor de la concupiscencia, fortalece los lazos de incorporación a Cristo, protege de los peligros y las desgracias, acorta la duración del Purgatorio, procura un mayor grado de gloria en el Cielo", señaló Padre Pío.
El Papa Francisco visitó la tierra natal de Padre Pío el 17 de marzo de 2018 y señaló que Padre Pío fue un "humilde hermano capuchino que ha asombrado al mundo con una vida dedicada a la oración y a la escucha paciente de sus hermanos, sobre cuyos sufrimientos derramaba como bálsamo la caridad de Cristo".
"Padre Pío se sumergió de lleno en la oración para adherirse cada vez mejor a los diseños divinos" y "a través de la celebración de la Santa Misa, que constituía el corazón de cada jornada suya y la plenitud de su espiritualidad, alcanzó un elevado nivel de unión con el Señor", advirtió entonces el Papa Francisco.
