Un video anticatólico dirigido a la campaña electoral del sucesor de Angela Merkel provocó críticas de obispos y políticos en Alemania, en medio de crecientes preocupaciones sobre una erosión más amplia de la libertad religiosa en una Europa cada vez más secular.

El video se publicó en línea y se mostró en un evento electoral del Partido Socialdemócrata (SPD) a principios de agosto. En el video se representa a Armin Laschet, candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) para suceder a la canciller Angela Merkel, como una muñeca rusa Matryoshka que "esconde" varias otras muñecas en su interior.   

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"Quien vota por Armin Laschet y la CDU, vota por confidentes ultracatólicos de Laschet para quienes el sexo antes del matrimonio es un tabú", dice una voz en off, mientras que otra muñeca rusa, con el rostro de un asistente cercano de Laschet, se revela desde el interior de la muñeca más grande.

El asistente es Nathanael Liminski, un católico de 35 años a cargo de la oficina de Laschet en el estado de Renania del Norte-Westfalia.

Como católico practicante, Liminski defendió en 2010 los puntos de vista de la Iglesia sobre el sexo prematrimonial y la homosexualidad en un programa de televisión. También cofundó el grupo "Generación Benedicto" después de la Jornada Mundial de la Juventud 2005 (la organización cambió su nombre a "Iniciativa Pontífice" después de la renuncia del Papa Benedicto XVI).

En respuesta al videoclip, la Conferencia Episcopal Alemana pidió una campaña electoral justa.

"Consideramos inapropiada la forma en que el comercial electoral trata la expresión de una convicción religiosa", dijo a los medios un portavoz.

Un parlamentario y portavoz de asuntos religiosos de la CDU, Hermann Gröhe, también intervino, acusando al Partido Socialdemócrata de avivar el sentimiento anticatólico.

La controversia también ha provocado un debate más amplio sobre las preocupaciones por la libertad religiosa y el creciente sentimiento anticatólico, particularmente en la sociedad alemana.

El profesor Hans Michael Heinig, un experto en derecho constitucional, que también es un abogado canónico católico, advirtió sobre una ruptura con la tradición cristiana en la sociedad alemana.

En declaraciones al periódico de Berlín "Tagesspiegel" el 7 de agosto, dijo que el anuncio del Partido Socialdemócrata constituyó un "cambio de paradigma" que identificó a la minoría de católicos practicantes como una problemática en la sociedad. Además, advirtió que este cambio "puede socavar la libertad religiosa y ser una clara distinción entre religión y política".

Atacar a los oponentes políticos, en particular la fe personal, se ha considerado un hasta ahora tabú en las elecciones alemanas modernas.

Hasta el momento, el consenso social es que los anuncios y campañas electorales deben centrarse en políticas y problemas, no en polémicas y afirmaciones populistas sobre los oponentes. No obstante, la fe católica de Liminski ha sido objeto de un intenso escrutinio mediático en los últimos meses, y varios medios secularistas y de izquierda como el "Tageszeitung" publicaron retratos críticos de la "mano derecha de Laschet".

Los votantes alemanes elegirán el 26 de septiembre al nuevo gobierno federal y al sucesor de la canciller Angela Merkel, quien ha dirigido el país desde el año 2005.

La cuestión de cómo una separación más clara entre Iglesia y  Estado puede lograrse a la luz de un número creciente de católicos alemanes que dejan la Iglesia será uno de los desafíos que enfrentará el nuevo gobierno.

La Iglesia en Alemania recibió 6.760 millones de euros (7.933 millones de dólares) del impuesto eclesiástico en 2019, más de 100 millones en comparación con 2018. Se cree que el aumento se debe al crecimiento de la economía del país en 2019.

Si bien el número de católicos que abandonan la fe ha aumentado constantemente desde la década de 1960, los ingresos de la Iglesia han crecido. En 2019, un número récord de católicos abandonó la Iglesia en Alemania, y 272.771 personas se fueron formalmente.

El Papa Francisco dio el paso histórico de escribir una carta de 28 páginas a los católicos alemanes en 2019, instándolos a centrarse en la evangelización frente a una "creciente erosión y deterioro de la fe" en su país. Más recientemente, el Papa Emérito Benedicto XVI, quien es oriundo del estado alemán de Baviera, expresó una gran preocupación por la falta de fe dentro de las instituciones de la Iglesia en Alemania.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.