Ante el adoctrinamiento de la ley de educación aprobada por el Gobierno del partido socialista en España, también conocida como Ley Celaá, en la que se pretende que las asignaturas tengan "perspectiva de género" y se fomenten los "juegos exploratorios estimulantes", el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia reclamó "una escuela libre y verdadera".
Según explicó el Arzobispo de Valencia en su carta semanal, en los países libres y democráticos, la escuela se entendió como "institución de la sociedad para enseñar a los alumnos a ser libres, críticos, conscientes, creadores y con espíritu".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Sin embargo alertó de que esto podría no llegar a suceder "a no ser que reaccionemos en contra" ya que las "leyes nuevas que regulan el sistema educativo español", y en especial la ley Celaá es "una ley liberticida en la que no se quiere ni se tolera una escuela libre, en libertad, para enseñar y aprender a ser hombres libres, conscientes, críticos, creadores y con espíritu".
El Cardenal Cañizares advierte que se está siguiendo "los dictados de los poderosos del Nuevo Orden Mundial (NOM) que pretenden una nueva cultura unificadora, derribando la tradición y las tradiciones propias" y sin pensamiento crítico.
Porque según explica, el objetivo de este Nuevo Orden es que los ciudadanos "acaten y se resignen" a sus ideologías.
"Y así, lo estamos viendo en la Ley Celaá y en sus desarrollos legislativos", subraya el Cardenal y destaca que el Nuevo Orden Mundial comienza en las escuelas públicas o estatales, para luego seguir en la cultura adolescente y en la universidad, y da como resultado "una sociedad de adultos en edad pero infantiles fácilmente manipulables y dirigibles".
Por eso muestra su sorpresa por "la legislación totalitaria con la que se abre o se va a abrir un nuevo curso escolar".
Sin embargo, el Arzobispo de Valencia insiste en su carta que "la escuela verdadera, aunque pretenda el Gobierno de España hacerla desaparecer, no ha muerto" y por eso anima a dar una respuesta "en verdad y libertad para que haya una sociedad humana", "con esperanza, abierta al futuro, capaz de humanización y de desarrollo auténtico digno del hombre con dignidad y derechos inviolables basada en bienes prepolíticos, constructora de paz y de fraternidad, abierta a Dios y no materialista como la que propugnan los textos legislativos que se proponen, o mejor, que se imponen obligatorios".
Ante esto el Purpurado asegura que la escuela libre, es decir, la escuela católica es una respuesta.
Por eso pidió a todos los Colegios diocesanos de Valencia, que están agrupados en la Fundación "San Vicente Mártir", "que se opongan con todas sus fuerzas a estos desarrollos legislativos, a los contenidos obligatorios que estén en contraste con el carácter propio de los Colegios diocesanos".
El Cardenal Cañizares destacó que los colegios diocesanos "son escuelas libres para enseñar a ser hombres libres, conscientes, críticos y creadores, con espíritu" y que están guiados "por la visión del hombre que procede del Evangelio, de Jesucristo, en quien encontramos la verdad del hombre, para hacer posible una humanidad libre, fraterna, solidaria, en concordia y paz, defensora de la vida y de la familia, asentada sobre la verdad del matrimonio de un varón y de una mujer, lejos enteramente de la insidiosa ideología de género que tantos estragos está causando en el mundo".
Y destacó que "ningún Colegio diocesano dejará su ideario y su carácter propio y dejará de serlo si secunda lo que se nos quiere imponer en materia escolar".
Además pidió que hicieran lo mismo las asociaciones de padres, profesores, así como a todas las escuelas católicas de Valencia y "defiendan la escuela libre, luchen por la escuela libre".
Por eso insistió en que "tanto la de iniciativa social o privada como la Estatal" se unan para reclamar "una escuela libre y verdadera".
Ley Celaá
La LOMLOE es la Ley Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de Educación, también conocida como Ley Celaá en referencia a la Ministra de educación Isabel Celaá que la impulsó. Aunque la actual Ministra de Educación es Pilar Alegría.
Para su entrada en vigor es necesario que se aprueben los reales decretos de currículo básico, también conocidos como enseñanzas mínimas, en donde se establece cómo se impartirán las asignaturas en las distintas etapas educativas.
En esta ley se prevé que la asignatura de Religión sea la peor tratada. En Primaria será de oferta obligatoria y de elección voluntaria. En Bachillerato no será obligatoria y su evaluación no cuenta para la media escolar necesaria para el acceso a la universidad o la obtención de becas.
También queda sin alguna asignatura como alternativa, por lo que los estudiantes que no se apunten a Religión podrían marcharse al patio o a su casa.
Sin embargo, todos los alumnos de 5º y 6º de Primaria y los de 4º curso de la ESO (Enseñanza Secundaria) deberán cursar la asignatura de Valores Cívicos y Éticos que sí será evaluable.
Esta asignatura es similar a la de Educación para la Ciudadanía que se implantó en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y en ella se pondrá un especial empeño en "asumir un compromiso activo" con el "respeto por las minorías y las diferentes identidades humanas y personales", lo que abre la puerta a que los niños puedan debatir sobre la realidad LGTBIQ+.
Las asignaturas de Matemáticas, Educación Física, Educación Artística, Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, así como Lengua Castellana y Literatura presentan todos una "perspectiva de género".
En el borrador de la nueva ley, según recogen los diarios ABC y El Mundo', pretende fomentar el "descubrimiento personal de la sexualidad" y los "juegos exploratorios estimulantes".