El Obispo de Melipilla (Chile), Mons. Cristián Contreras Villarroel, informó que Juan Carlos Pizarro fue dimitido del estado clerical tras comprobarse su culpabilidad en los abusos sexuales cometidos contra un menor.
En un comunicado emitido el 10 de agosto, el Obispado señaló que el 31 de julio de 2019 Mons. Contreras fue informado sobre los abusos sexuales cometidos por el ahora exsacerdote. Los hechos habrían ocurrido entre los años 2002 y 2004 cuando la víctima era menor de edad.
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Dos días después, el Obispo delegó a una abogada iniciar la investigación previa que concluyó el 30 de agosto de ese año. Las actas y antecedentes se enviaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe,"competente" en "las materias de delitos contra el sexto mandamiento cometido en perjuicio de menores de edad".
El 3 de enero de 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenó iniciar un proceso penal administrativo. Este comenzó el 13 de febrero de 2020, "después de ubicar a canonistas competentes, diligentes y disponibles para llevar adelante el proceso".
Debido a la pandemia y "la necesidad de entrevistar, cara a cara, a testigos cualificados", el proceso penal administrativo concluyó el 19 de octubre de 2020.
Hacia el término de 2020 se envió la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe con el voto del Obispo de Melipilla, "aprobando la conclusión del juez y de los asesores canonistas, es decir, 'se llegó a la certeza moral de la culpabilidad del mencionado sacerdote' y que la pena era la dimisión del estado clerical", precisó el comunicado.
La pena fue impuesta por el Papa Francisco el 5 de julio de 2021.
En el comunicado Mons. Contreras precisó que "la dispensa no es una gracia que exculpa al sacerdote. Es un mandato. No ejercerá nunca más el ministerio sacerdotal".
El Obispo de Melipilla agregó que informará a la justicia civil "buscando salvaguardar el bien de las comunidades diocesanas y que el nombre de la persona vulnerada se mantenga en absoluta reserva. Él lo sabe".
También explicó que está dispuesto a conversar con "todos los consejos parroquiales donde estuvo destinado el ex sacerdote, para ver el modo de ayudarnos en nuestra tarea evangelizadora y prevenir todo tipo de abusos".
"Mi palabra es de solidaridad y cercanía con la persona dañada por el sacerdote. Agradezco a quienes han acudido a mí. Tenemos un Consejo de prevención de abusos, que lidera el P. Juan Pablo Miranda. Cuenta con la ayuda de personas de auténtica adhesión eclesial y son competentes: abogadas, asistentes sociales, catequistas, educadores, sacerdotes", aseguró.
Además, Mons. Contreras expresó su "gratitud y reconocimiento a la calidad y entrega de los sacerdotes diocesanos que a diario cumplen con sus promesas realizadas delante de Dios y de la Iglesia desde su ordenación sacerdotal".
"Pido a las familias, religiosas, diáconos permanentes, catequistas… cuiden a sus sacerdotes", sostuvo.