El miércoles 4 de agosto se cumplió el primer aniversario de la trágica explosión en el puerto de Beirut, capital del Líbano, que causó 200 muertos y más de seis mil heridos, además de dejar gran parte de la ciudad destruida.
La explosión se produjo por el incendio de un almacén sin vigilancia con un cargamento de 2.750 toneladas de nitrato de amonio.
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El Papa Francisco, al finalizar la Audiencia General ayer miércoles, hizo referencia a la efeméride y renovó su cercanía al pueblo libanés y su llamado a la solidaridad internacional para que el Líbano "vuelva a ser un mensaje de fraternidad".
El Patriarca de la Iglesia maronita, Cardenal Béchara Boutros Raï, celebró en la "zona cero" de la explosión una Misa en la que pidió que se esclarezca la verdad sobre lo que sucedió, se lleve a los responsables ante la justicia y se ayude a las víctimas.
عظة البطريرك الكردينال مار بشاره بطرس الرَّاعي
- البطريركية المارونية Maronite Patriarchate (@bkerki) August 4, 2021
قدّاس التذكار السنويّ الأوّل لشهداء انفجار مرفأ بيروت
مرفأ بيروت – الأربعاء ٤ آب ٢٠٢١https://t.co/BP8RxUMqk8#البطريرك_الراعي #شركة_ومحبة #البطريركية_المارونية #بكركي #الراعي #بيروت pic.twitter.com/FJAGWX1OLR
Según informó el medio vaticano Vatican News, el Patriarca recordó que la explosión en Beirut fue "la tercera mayor explosión no nuclear de la historia de la humanidad".
Según el medio vaticano, la Misa se produjo en medio de fuertes medidas de seguridad debido a la ola de manifestaciones y protestas ciudadanas que en los últimos días se están sucediendo en la capital libanesa con motivo de la efeméride.
En su homilía, el Cardenal Béchara Boutros señaló que "en las calamidades y catástrofes, sólo Dios es el consuelo y la esperanza".
El Cardenal hizo referencia también a las palabras del Santo Padre durante la Audiencia General del miércoles, en las que el Papa se dirigió a los libaneses y les insistió en que "mi deseo de ir a visitaros es grande, y no me canso de rezar por vosotros, para que el Líbano vuelva a ser un mensaje de fraternidad, un mensaje de paz para todo Oriente Medio".
El Patriarca de los maronitas afirmó que esas palabras ayudan "de manera especial a curar las heridas de las familias de las víctimas, de los heridos y de todos los libaneses".
La homilía del Cardenal tuvo la idea de justicia como eje: "Estamos aquí para exigir verdad y justicia", afirmó.
Aseguró que "la tierra seguirá temblando en este lugar hasta que sepamos la verdad sobre lo ocurrido en el puerto de Beirut".
En ese sentido, exigió a las autoridades libanesas que se impliquen en la búsqueda de la verdad. "El Estado debe la verdad no sólo a las familias de las víctimas, a los heridos y a los afectados, sino a todos los libaneses", señaló.
Aseguró también que cristianos y musulmanes están juntos en la búsqueda de justicia: "Damos testimonio de la unidad de cristianos y musulmanes en la fidelidad al Líbano", señaló, y subrayó que "estamos aquí para lanzar un llamamiento a los dirigentes políticos: adelante, establezcan inmediatamente un gobierno de reforma y de salvación".
"Estamos aquí para lanzar un llamamiento a los países del mundo: ¡El Líbano os grita, salvadlo!", añadió.
Asimismo, el Cardenal se dirigió a los políticos libaneses y les reclamó un esfuerzo de conciencia frente a las divisiones: "No queremos luchar más, no queremos más guerras". "Declaramos nuestra lealtad a Beirut reconstruyéndola: con su belleza y su patrimonio".
Finalmente, llamó al pueblo libanés a mantener la moral alta, porque "si la moral se mantiene intacta y alta, todo Beirut podría reconstruirse sin demasiados problemas".
"En las grandes tragedias y catástrofes, el tiempo deja de ser cronológico. Los días se convierten en años, y los años en eternidad. Pero para Dios, el tiempo es infinito. Dios nos mira con su misericordia, abraza a nuestras víctimas y las une con la ternura de su corazón y las luces de su gloria", concluyó su homilía el Cardenal Béchara Boutros.