Este miércoles 4 de agosto la Corte Europea de Derechos Humanos falló en contra de la impugnación que habían presentado los padres de una niña de dos años con daño cerebral, para evitar que se autorice la desconexión del soporte vital de la menor.
Con esta decisión, la Corte Europea de Derechos Humanos avala la decisión previa del Tribunal de Apelaciones del Reino Unido, que el pasado 9 de julio, ya había fallado a favor de la sentencia del Tribunal Superior de Londres, es decir, para que los médicos pongan fin al tratamiento de Alta Fixsler, quien sufrió un daño cerebral severo al nacer.
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Según la BBC, los padres de Alta dijeron que estaban "extremadamente decepcionados" por el fallo, y su abogado espera que se pueda llegar a un acuerdo.
El caso ha atraído la atención internacional ya que los padres son ciudadanos israelíes y el padre también tiene ciudadanía estadounidense.
Hospitales de Israel y Estados Unidos se han ofrecido para tratar a la niña y senadores estadounidenses han intervenido en el caso.
Los padres de Alta, que son judíos jasídicos, se mudaron al Reino Unido en 2014. Su hija nació el 23 de diciembre de 2018, ocho semanas antes de lo esperado y con una lesión cerebral hipóxico-isquémica grave.
La Fundación de la Universidad de Manchester NHS Trust, que opera nueve hospitales en todo Manchester y que ha tratado a Alta desde su nacimiento con ventilación mecánica y un tubo de alimentación, presentó una solicitud al Tribunal Superior después de que sus padres rechazaran su propuesta de retirar el tratamiento de soporte vital y transferir a la niña a cuidados paliativos.
Los médicos creen que Alta no tiene posibilidades de recuperarse y sufre un dolor constante, mientras que sus padres no están de acuerdo con que ella sufra un dolor constante y dicen que, como judíos jasídicos, consideran que la santidad de la vida es un principio fundamental.
Un juez de la Corte Suprema dictaminó el 28 de mayo que "no era lo mejor para Alta que se continuara con el tratamiento médico de soporte vital".
El juez del Tribunal de Apelaciones desestimó la apelación de los padres y dijo que el juez del Tribunal Superior había "aplicado la prueba adecuada del interés superior del niño".
El líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, anunció el 2 de julio que había obtenido una visa para Alta, lo que le permite viajar al país norteamericano para recibir tratamiento.
Schumer le había escrito a Karen Pierce, la embajadora británica en Estados Unidos, pidiéndole que "todas las decisiones de salud que vayan en contra de los deseos de la familia sean suspendidas" hasta que se complete el proceso de ciudadanía y la niña pueda viajar a Estados Unidos.
Los senadores de Nueva Jersey, Cory Booker y Robert Menendez, también escribieron a la embajadora, diciendo que el Centro de Rehabilitación y Pediatría de Wanaque en el estado de Phoenix, estaba listo para tratar a Alta.
Diez senadores republicanos, encabezados por Marco Rubio, escribieron el 21 de junio al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, diciendo que estaban "profundamente preocupados" por el caso.
"Es inconcebible que el gobierno británico esté usurpando el papel de los padres y haciendo caso omiso de las sinceras objeciones religiosas de la familia", señalaron, instando a Biden a plantear el problema al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
En una carta del 23 de julio a Rubio, Naz Durakoğlu, Secretario de Estado adjunto interino de Estados Unidos, dijo que los funcionarios estadounidenses habían puesto sobre la mesa sus preocupaciones con el gobierno del Reino Unido.
"Como ya sabrá, la Embajada de Estados Unidos en Londres ha emitido una visa de no inmigrante para Alta en caso de que sea dada de alta y sus padres decidan transportarla a Estados Unidos para recibir tratamiento adicional", decía la carta.
La BBC informó que un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido dijo que dependía de los tribunales decidir el asunto, independientemente del gobierno.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha pedido al príncipe Carlos que ayude a la familia a llevar a su hija a Jerusalén para recibir tratamiento.
"Sus creencias religiosas se oponen directamente a suspender el tratamiento médico que podría prolongar su vida y han hecho arreglos para su traslado seguro y tratamiento continuo en Israel", escribió.
El rabino Avi Shafran, director de asuntos públicos del grupo judío ortodoxo Agudath Israel of America, dijo que la organización benéfica United Hatzalah Air se había ofrecido a sacar a Alta del Reino Unido.
"Salvar la vida de Alta no le costaría ni un centavo al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido", comentó en un artículo del 29 de julio para Religion News Service.
Los tribunales del Reino Unido han escuchado una serie de casos en los últimos años en los que los médicos han tratado de eliminar el tratamiento de soporte vital de los niños en contra de la voluntad de los padres.
En marzo, el Tribunal de Apelaciones confirmó un fallo en el que los médicos podían retirar el tratamiento de soporte vital a una niña que se encontraba en estado vegetativo después de sufrir una lesión cerebral. Su madre se había opuesto a la propuesta de los médicos. Tras la decisión judicial, Pippa Knight murió en mayo a la edad de seis años.
David Albert Jones, director del Anscombe Bioethics Center en Oxford, Inglaterra, señaló que existían paralelismos entre el caso de Pippa Knight y los de Charlie Gard y Alfie Evans, en los que la ventilación se retiró en contra de la voluntad de sus padres.
El Papa Francisco ofreció apoyo público a las familias de Charlie Gard y Alfie Evans en medio de protestas internacionales por los casos.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.