El domingo 1 de agosto el sacerdote jesuita Juan Eduardo Fuenzalida Keulen resultó herido con perdigones, luego de ser asaltado en una carretera en la región del Biobío, sur de Chile.
Aproximadamente a las 7:00 p.m., en el sector de Quidico, comuna de Tirúa, el P. Juan Eduardo Fuenzalida Keulen intentaba cruzar con un vehículo la Ruta P 72-S, que estaba bloqueada por unos árboles cortados por unos desconocidos.
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Según radio Bío Bío, los desconocidos obligaron al sacerdote a descender del vehículo. Él se bajó, pero en un confuso incidente resultó herido con perdigones.
El sacerdote jesuita de 48 años de edad llegó hasta el Hospital de Cañete para ser atendido y descartar lesiones de gravedad. Luego fue trasladado al Hospital Regional de Concepción.
A través de un comunicado de prensa, la Compañía de Jesús en Chile agradeció la preocupación de la gente y precisó que el sacerdote "fue víctima de un robo común con violencia, en que le sustrajeron una camioneta".
"El estado de salud del sacerdote es normal, su vida nunca estuvo en peligro y presenta lesiones leves. Actualmente Juan se encuentra bien y tranquilo en casa", agregó la congregación.
En tanto, la fiscalía indaga el hecho que se suma a otros sucesos de violencia ocurridos en la región de La Araucanía y del Biobío.
Este año han aumentado los ataques con armas de fuego contra camiones, comisarías e incendios en propiedades privadas, como iglesias y fundos. Incluso ha habido varios muertos y heridos.
El origen de esos ataques se atribuye a grupos extremistas que se definen como mapuches y reclaman derechos sobre las tierras que consideran ancestrales.
A lo anterior se suman situaciones históricas no resueltas por el Estado, como la falta de integración que vive el pueblo indígena en el país y la pobreza, acentuada por la pandemia del coronavirus.
En los últimos meses, la policía ha vinculado estos grupos con el narcotráfico; y en medio de la falta de confianza institucional de la ciudadanía, el gobierno es criticado por su débil manejo en el control de la violencia.
Los sacerdotes jesuitas llegaron en el 2000 a la Provincia de Arauco para trabajar y acompañar social y pastoralmente al pueblo mapuche.