El deán de la Catedral de Oviedo, Rafael Somoano, informó que el cabildo catedralicio y el Arzobispado han ordenado un informe científico sobre las condiciones ambientales necesarias para exponer próximamente al público la reliquia del Santo Sudario.
Durante la presentación del libro “El Santo Sudario de Oviedo” del canónigo Enrique López, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Carlos Osoro, señaló que esta reliquia “debe ser expuesta a la veneración de los fieles; no puede ser algo que escondamos, la investigación irá por su camino pero la tradición de la Iglesia se mantendrá”.
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“Se tomará una decisión, pero no sin hacer antes un estudio, aún no encargado, sobre las condiciones ambientales, como luz y temperatura necesarias para que la reliquia no sufra ningún daño”, explicó Somoano y añadió que dicho informe “se quiere hacer con tiempo y con seriedad”.
Por su parte, Ramón Platero, delegado diocesano de Patrimonio, expresó que quien debería hacer este estudio “es el equipo de investigación del Centro Español de Sindología” cuyo director, Guillermo Heras, estuvo el sábado en Oviedo precisamente para la presentación del libro sobre el Santo Sudario.
Según Platero, ese informe debería además incluir “las recomendaciones sobre todas las medidas a adoptar” para la exposición de la reliquia.
El Santo Sudario es una tela de 85,5 por 52,6 centímetros con manchas de sangre que según la tradición cubrió el rostro de Jesús crucificado. Existen diversas teorías y tradiciones sobre cómo esta pieza llegó a Oviedo desde Jerusalén a través de Toledo, en tiempos de Alfonso II el Casto. La primera noticia de la presencia del Santo Sudario en Oviedo data del año 1075 cuando se abre el Arca Santa por iniciativa del rey Alfonso VI.