El Arzobispo Emérito de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen, publicó un comunicado este miércoles, en el que señaló que las nuevas restricciones a la celebración de Misas en latín son un "golpe", incluso si éstas se esperaban.
"Muchas generalizaciones tendenciosas en los documentos [del nuevo motu proprio Traditionis custodes] han lastimado los corazones de muchas personas buenas más de lo esperado", escribió el Purpurado en su blog personal.
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El Cardenal Zen agregó que pensaba que muchas personas heridas por las restricciones "nunca han dado la menor razón para sospechar que no aceptan la reforma litúrgica del [Concilio Vaticano II]".
El 16 de julio, el Papa Francisco emitió el motu proprio Traditionis custodes (Custodios de la Tradición), haciendo cambios a la carta apostólica Summorum Pontificum de 2007 de su predecesor Benedicto XVI, que reconocía el derecho de todos los sacerdotes a celebrar la Misa utilizando el Misal Romano de 1962 , que está en latín.
La Misa según el Misal Romano de 1962 también se conoce como la forma extraordinaria del Rito Romano, Misa Tridentina y Misa Latina Tradicional.
Con Traditionis custodes, el Papa Francisco dijo que ahora es "exclusiva competencia" de cada obispo autorizar el uso de la forma extraordinaria de la Misa en su diócesis.
Desde la promulgación del motu proprio, algunos obispos han dicho que los sacerdotes pueden continuar ofreciendo la Misa tradicional en latín en sus diócesis, mientras que otros la han prohibido.
El año pasado, la Congregación para la Doctrina de la Fe pidió a los obispos del mundo que informaran sobre cómo se estaba aplicando Summorum Pontificum en sus diócesis a través de una encuesta de nueve puntos.
El 12 de junio, el Cardenal Zen señaló en su blog personal que había "leído en los periódicos noticias bastante preocupantes sobre posibles restricciones a la celebración de la Misa Tridentina".
"No se me considera un extremista de esta forma litúrgica y trabajé activamente, como sacerdote y como obispo, por la reforma litúrgica posterior al Vaticano II, tratando también de frenar los excesos y abusos. Pero no puedo negar, en mi experiencia de Hong Kong, lo bueno que vino del motu proprio Summorum Pontificum y de la celebración de la Misa Tridentina", agregó.
En su nueva declaración del 21 de julio, el Cardenal Zen dijo que no tenía conocimiento ni del cuestionario sobre Summorum Pontificum ni de las respuestas de los obispos, lo que fue una "amarga sorpresa" ya que fue obispo de Hong Kong durante el período en el que Summorum Pontificum se estaba implementando.
"No puedo juzgar [el cuestionario], pero solo sospecho que hubo un malentendido considerable (o quizás incluso manipulación) en el proceso", dijo.
El Cardenal Zen también dijo que al leer el motu proprio del Papa y la carta a los obispos, pensó que transmitía una especie de "tendencia" al vincular el deseo de usar la forma extraordinaria de la Misa con un juicio negativo sobre la forma ordinaria de la Misa, o una tendencia a vincular el negarse a aceptar la reforma litúrgica con un "rechazo total y profundo" del Concilio Vaticano II.
"Las autoridades del Vaticano deberían preguntarse (y tal vez incluso hacer una investigación a fondo) por qué el segundo fenómeno ha persistido y quizás (recientemente) empeoró", dijo.
Según el Cardenal, "el problema no es '¿qué rito prefiere la gente?' Sino '¿por qué no van más a Misa?' Ciertas encuestas muestran que la mitad de la población cristiana en Europa ya no cree en la presencia real de Jesús en la Eucaristía, ¡ya no cree en la vida eterna!", comentó.
Y agregó: "Ciertamente no culpamos a la reforma litúrgica, pero solo queremos decir que el problema es mucho más profundo. No podemos eludir la pregunta: '¿Acaso no ha faltado formación en la fe? ¿No se ha desperdiciado quizás el gran trabajo del Concilio?"
El Cardenal Zen dijo que parte del motu proprio parecía "esperar claramente la muerte" de los grupos dedicados a la forma extraordinaria de la Misa.
"Pero, incluso con eso, ¿no pueden los hombres anti-Ratzinger del Vaticano esperar pacientemente a que la Misa Tridentina muera junto con la muerte de Benedicto XVI, en lugar de humillar al venerable Papa Emérito de esta manera?", preguntó el Cardenal.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.