La Autoridad de Supervisión e Información Financiera de la Santa Sede (ASIF) informó que en el año 2020 recibió 89 informes de actividades sospechosas, 16 de las cuales fueron reenviadas al promotor de justicia para un posible proceso.
Así lo indicó el informe anual de 52 páginas que fue publicado por el Vaticano este 15 de julio.
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En el documento difundido en inglés e italiano, la ASIF subrayó "una tendencia en aumento" en la proporción de informes enviados en comparación con el número recibido.
"En cuanto a la inteligencia financiera, en 2020 la Autoridad recibió 89 informes de actividades sospechosas (SAR), 85 de los cuales provenían de la entidad supervisada, 2 de las autoridades públicas, 1 de una organización sin fines de lucro (ONG) y 1 de otra entidad", señaló el informe.
Además, el documento señaló que en 2020 envió 16 de estos informes a la oficina del promotor de justicia vaticano, hecho que confirma una tendencia creciente "y demuestra una mejora constante en la calidad".
La actual ASIF, que previamente se llamaba AIF (Autoridad de Información Financiera), había informado en 2019 sobre 64 actividades sospechosas, 15 de las cuales habían sido enviadas al promotor de justicia.
En el último informe sobre 2020, 49 de estas solicitudes de información fueron intercambiadas con otras autoridades del Vaticano sobre 124 temas, en comparación con las 24 solicitudes de 2019.
"Esto representa un aumento importante en comparación con el año anterior, lo que confirma las considerables sinergias creadas entre las instituciones de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano en la lucha contra las actividades delictivas", indicó el texto vaticano.
Asimismo, el informe anual reveló que la AIF intercambió 58 solicitudes de información con unidades de inteligencia financiera extranjeras en relación con 196 sujetos, junto con 19 "comunicaciones espontáneas" sobre 104 sujetos.
En 2020 el Papa Francisco aprobó algunos cambios sobre la autoridad de supervisión e información financiera, entre ellos, el cambio de nombre.
El Santo Padre también confirmó los nuevos estatutos de la autoridad, que fue creada por el Papa Benedicto XVI en 2010 para supervisar las transacciones financieras del Vaticano.
En la introducción del más reciente informe publicado, el nuevo director de la ASIF, Giuseppe Schlitzer, dijo que la actividad de la autoridad fue "particularmente intensa" en 2020.
"El personal, que tuvo que trabajar a distancia durante las fases más agudas de la pandemia, trabajó con espíritu de servicio y mostró una notable capacidad de adaptación a una situación muy excepcional", subrayó.
Actualmente, el equipo de trabajo está formado por 13 empleados a tiempo completo, y no por 9 como fue a principios de año.
En octubre de 2020, la comisión de Expertos sobre la Evaluación de las medidas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo (Moneyval) realizó una inspección al Vaticano.
En el último informe publicado en junio de 2021, Moneyval reconoció la mejora del trabajo, pero pidió aún algunos cambios.
"Como resultado de la evaluación, la jurisdicción fue puesta en seguimiento regular en la reunión plenaria de Moneyval, un resultado del que goza un número limitado de países, lo que significa que la próxima evaluación de cumplimiento técnico tendrá lugar en tres años, y la próxima evaluación de efectividad, con la correspondiente visita in situ, en cinco años", dijo el informe.
La aprobación de los nuevos estatutos de la ASIF en diciembre marcó el final de un año difícil, debido a que a principios de 2020 la autoridad seguía suspendida del Grupo Egmont, a través del cual 164 autoridades de inteligencia financiera de todo el mundo comparten información y coordinan su trabajo.
La agencia fue suspendida del grupo el 13 de noviembre de 2019, después de que los gendarmes del Vaticano allanaron las oficinas de la Secretaría de Estado y de la AIF. A esto le siguió la renuncia del ex presidente, René Brülhart, y el nombramiento de Carmelo Barbagallo como su sustituto.
Luego renunciaron al consejo de administración de la AIF Marc Odendall y Juan Zárate. Odendall dijo entonces que ya "no tenía sentido" seguir trabajando para la AIF.
El Grupo Egmont restableció la AIF el 22 de enero de 2020. En abril, Schlitzer fue nombrado director de la autoridad, sucediendo a Tommaso Di Ruzza, uno de los cinco funcionarios suspendidos tras la redada.
Durante una rueda de prensa en noviembre de 2019, el Papa Francisco dijo que "fue la AIF la que no controló, al parecer, los delitos de otros. Y por lo tanto [falló] en su deber de controles. Espero que se demuestre que no es así, porque existe, todavía, la presunción de inocencia".
Sin embargo, el Vaticano anunció a principios de este julio de 2021 que Brülhart y Di Ruzza se encuentran entre las 10 personas que se enfrentarán en un juicio por acusaciones de irregularidades financieras. Junto a ellos, también comparecerá el entonces sustituto de la secretaría de Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Becciu, a quien el Papa Francisco aceptó la renuncia a los "derechos del cardenalato" en septiembre de 2020.
Los fiscales del Vaticano acusaron a Di Ruzza de malversación de fondos, abuso de funciones y violación de la confidencialidad, y a Brülhart de abuso de funciones.
Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente en CNA