La organización de derechos humanos con sede en el Reino Unido, Christian Solidarity Worldwide (CSW), condenó el aumento de los ataques y secuestros en Nigeria y ha pedido a las autoridades del país actuar con rapidez para rescatar a quienes han sido secuestrados.
En un informe, el director ejecutivo de CSW-N, el reverendo Yunusa Nmadu, señaló que le resulta especialmente desconcertante que las autoridades de Nigeria no consideren la intervención en los secuestros como un asunto urgente.
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"Los crecientes niveles de violencia e inestabilidad que padecen los civiles nigerianos constituyen una emergencia nacional", indicó.
Nmadu pidió a las autoridades formular y promulgar estrategias de seguridad efectivas e integrales que puedan "detener los secuestros y ataques a personas que simplemente están tratando de seguir con su vida de la mejor manera posible".
El informe indicó que el estado de Kaduna ha sido testigo de cinco ataques a escuelas en lo que va de 2021, en los que 204 estudiantes han sido secuestrados y cinco asesinados.
El caso más reciente es el secuestro de 135 estudiantes de Bethel Baptist High School el 5 de julio, donde se ha logrado el rescate de 28 alumnos, mientras que 107 permanecen en manos de los secuestradores.
La CSW informó que el 8 de julio los secuestradores solicitaron la entrega de 10 bolsas de arroz importado, 20 bolsas de arroz local, 20 bolsas de frijoles, 10 barriles de aceite de palma, 10 cajas de condimento Maggi y dos bolsas de sal, "para asegurar que los niños no mueran de hambre".
Cuando el subdirector de la escuela les informó que solo se habían reunido nueve bolsas de arroz, una bolsa de frijoles, dos cartones de Maggi, dos barriles de aceite de palma y una bolsa de sal dentro del plazo estipulado, lo insultaron y cortaron la comunicación.
"El hecho de que los secuestradores solicitaron y luego rechazaron la comida porque era insuficiente, implica que no temen ser interceptados con facilidad", agregó CSW.
La entidad de derechos humanos indicó que los residentes de Sabon Tasha, un distrito de Kaduna, bloquearon las carreteras de entrada y salida del área el 8 de julio en protesta, luego de que otras 15 personas fueron secuestradas en la región.
Además, señaló que hombres armados atacaron el área de Ungwan Gimbiya en Sabon Tasha alrededor de las 11:00 pm (hora local) el 7 de julio, rompiendo cercas, dañando paredes y forzando puertas para secuestrar a los residentes.
Esa misma noche, 6 personas fueron puestas en libertad por su estado de salud y los secuestradores exigieron 180 millones de naira (438 mil dólares estadounidenses aproximadamente) por los rehenes restantes.
CSW señaló que la extensión de los secuestros a este distrito predominantemente cristiano dentro de la metrópolis de Kaduna marca un mayor deterioro de la seguridad en el estado, que actualmente es un epicentro de secuestros y vandalismo.
Asimismo, resaltó que actualmente es extremadamente peligroso viajar en vehículo por Kaduna por el aumento de los secuestros.
La organización también informó de un ataque en julio contra la aldea de Warkan en Kaduna en el que nueve personas murieron y un número no especificado resultó herido por presuntos agresores fulani.
CSW indicó que el hecho que los agentes de seguridad se hayan visto obligados a retirarse, por la superioridad de armas de los asaltantes en algunos ataques en el norte de Nigeria, es preocupante.
"Esta situación es una amenaza existencial para Nigeria y pone en riesgo la estabilidad de toda la región", señaló Nmadu.
El funcionario de CSW instó a las autoridades del país, "tanto estatales como federales, que equipen y dirijan a las fuerzas de seguridad para rescatar a los secuestrados de manera oportuna", "proteger a las comunidades vulnerables y restaurar el orden".
"También pedimos a la comunidad internacional que ofrezca toda la asistencia técnica necesaria con urgencia, a fin de detener esta crisis antes de que sea tarde", concluyó.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI África.