El Beato Peter To Rot no solo fue un gran catequista y padre, sino que es recordado por haber sido martirizado a los 33 años en un campo de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial, debido a su defensa del matrimonio católico y por oponerse a que se reinstaure la práctica de la poligamia.
To Rot ha sido un modelo a seguir en el siglo XXI para la Iglesia Católica y es por ello que fue elegido como patrono de la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney en 2008.
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El beato nació en 1912 en Rakunai, Papúa Nueva Guinea, y es el primer nativo beatificado de ese lugar.
La historia de To Rot tiene sus raíces en la década de 1870, cuando los misioneros metodistas introdujeron por primera vez el cristianismo en la isla. Los Misioneros del Sagrado Corazón llegaron poco después y tuvieron éxito en la evangelización de la Iglesia Católica, especialmente entre los líderes tribales de la isla.
Cuando Angelo To Puia, un jefe tribal influyente, abrazó el catolicismo y recibió el bautismo en 1898, todo el pueblo siguió su ejemplo, y el efecto dominó en los pueblos vecinos significó que rápidamente se formó una próspera comunidad católica regional. Angelo trabajó en estrecha colaboración con los sacerdotes misioneros para formar a su pueblo en la fe, y eso se extendió a su propia familia, incluido su tercer hijo, Peter To Rot.
Desde temprana edad Peter To Rot fue una persona espiritual y buen estudiante. Por esta razón, el P. Emilio Jakobi pensó que él podría sentir la llamada al sacerdocio, pero esa no era su vocación.
Dado que los misioneros y el clero eran escasos en el enorme territorio de Oceanía, el cuidado de la incipiente Iglesia local de Nueva Guinea recayó en gran medida en los catequistas laicos. El Beato Peter se destacó en este sentido, asumiendo una posición de liderazgo.
Fue un hombre orante y devoto que catequizó a jóvenes y adultos, instándolos celebrar Misa y recibir los sacramentos, y promoviendo una fe alegre con su ejemplo, algo que continuó inclusive después de casarse con Paula Ia Varpit en 1936.
Su testimonio como esposo dedicado y luego padre cariñoso, ayudó a reforzar la erradicación de las prácticas polígamas en Nueva Guinea que habían coincidido con la adopción generalizada del cristianismo.
En 1942, los japoneses bombardearon y ocuparon Papúa Nueva Guinea. Los misioneros y sacerdotes fueron recluidos en campos de concentración, pero como Pedro no era un misionero propiamente dicho, pudo quedarse en Rakunai.
Antes de su reclusión, uno de los Misioneros del Sagrado Corazón le suplicó a To Rot que se hiciera cargo de su labor, diciendo: "Cuida bien a esta gente. Ayúdalos, para que no se olviden de Dios".
Si bien al comienzo los japoneses no prohibieron por completo el culto católico, luego prohibieron todo tipo de reuniones religiosas.
A pesar de las prohibiciones y el riesgo, To Rot organizó reuniones religiosas secretas y facilitó la administración de sacramentos.
Cuando los japoneses se dieron cuenta de que la Iglesia de Nueva Guinea no iba a desaparecer solo porque los misioneros fueran removidos, intentaron un rumbo diferente y reintrodujeron la poligamia legal en la isla. Al hacerlo, buscaron el apoyo de los jefes locales que albergaban resentimiento hacia las obligaciones monógamas absolutas del cristianismo y que agradecerían la oportunidad de tomar una segunda esposa.
Peter, haciendo caso omiso de los peligros, rechazó totalmente estos esfuerzos japoneses para socavar la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio. "Los japoneses no pueden evitar que amemos a Dios y obedezcamos sus leyes. Debemos ser fuertes y debemos negarnos a ceder ante ellos", dijo.
To Rot defendió enérgicamente la monogamia entre los fieles y reprendió a quienes contrajeron segundas nupcias, incluido su propio hermano.
Después de que el futuro Beato Peter interfirió con las intenciones bígamos de un espía japonés, fue denunciado y arrestado.
"Estoy en prisión por los adúlteros y por los servicios de la iglesia. Bueno, estoy listo para morir", le dijo a un jefe de la aldea que lo visitó.
To Rot se resistió a las súplicas de su esposa Paula para que abandonara el apostolado catequético y suplicara por su liberación para poder regresar a casa. En cambio, Peter pidió a su esposa que le trajera su cruz de catequista.
En algún momento de julio de 1945, las autoridades japonesas mataron al Beato Peter To Rot envenenándolo y luego golpeándolo con salvajismo. Aunque el personal de la prisión trató de encubrir el incidente, se corrió la voz y éste fue inmediatamente aclamado mártir, un mártir de la fe en general y de la integridad del matrimonio cristiano en particular.
El Papa San Juan Pablo II lo beatificó el 17 de enero de 1995.
"Cuando las autoridades legalizaron y alentaron la poligamia, el Beato Pedro supo que estaba en contra de los principios cristianos y denunció firmemente esta práctica. Debido a que el Espíritu de Dios moraba en él, proclamó sin temor la verdad sobre la santidad del matrimonio". dijo el Papa San Juan Pablo II en la beatificación de To Rot en 1995.
"Se negó a tomar el 'camino fácil' del compromiso moral. 'Tengo que cumplir con mi deber como testigo de la Iglesia de Jesucristo', explicó. El miedo al sufrimiento y la muerte no lo detuvo. Durante su encarcelamiento final, Peter To Rot estuvo sereno, incluso alegre. Le dijo a la gente que estaba dispuesto a morir por la fe y por su pueblo", añadió.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.