La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) alzó la voz contra la violencia desatada en los últimos días en Caracas a manos de bandas criminales, hizo un llamado al respeto a la vida y denunció el "fracaso del Estado".
En un comunicado difundido el 9 de julio, los obispos venezolanos lamentaron que "una vez más nos toca alzar la voz ante la violencia, ante la muerte. Una vez más nos sacude y nos entristece evidenciar cómo el miedo, la barbarie, el atropello, el odio, se apoderan de las calles de nuestro país, de nuestras ciudades, de nuestras zonas populares".
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"Y la pregunta surge de manera inevitable y nos increpa ¿por qué nos sucede esto? ¿Por qué tanto mal obrado en nuestro país? La respuesta nos la da el Papa Francisco: todo el mal obrado en el mundo se resumen en esto, el desprecio por la vida", indicaron.
Desde el miércoles 7 de julio bandas criminales en sectores como "cota 905" sembraron el terror en Caracas, enfrentando con armas de guerra a la policía local y disparando a civiles.
Sujetos de la Cota 905 continúan disparando hacia El Paraíso. Reportan que algunos apartamentos han sido impactados por balas disparadas desde la Cota. pic.twitter.com/2XhqsD82kE
- Roman Camacho (@RCamachoVzla) July 8, 2021
#Caracas Sigue operativo en la Cota 905, El Valle, Cementerio, Quinta Crespo, Jardín Botánico y San Agustín. Funcionarios de las FAES, Uote, DIE, DCDO, Cicpc y GNB se encuentran desplegados en búsqueda de El Koki, Vampi y Garbis que mantenían azotada a la ciudad de Caracas. pic.twitter.com/ihaSWnrLdc
- Roman Camacho (@RCamachoVzla) July 9, 2021
Sin cifras oficiales de muertos o heridos, algunos medios locales apuntan a que los fallecidos superarían la docena. Diversos medios dan cuenta además de un importante número de civiles que han tenido que abandonar sus hogares en las zonas tomadas por los criminales.
Desde el 8 de julio gobierno del dictador Nicolás Maduro dispuso que las autoridades retomen el control de las zonas controladas por las bandas criminales.
Para los obispos venezolanos "lo que ha hecho tan impactante este episodio que se ha desatado en la cota 905, es que pone de manifiesto algo que todos sabíamos, pero no queríamos ver".
"Por un lado es el resultado de dos décadas en las que se ha blandido la violencia desde el poder como arma política, a diestra y siniestra, de palabra y obra, como amenaza y como hecho consumado", indicaron.
"Si quienes detentan el poder no tienen otro medio para imponer su ideología trasnochada que el de la fuerza y la violencia, no hace falta esperar demasiado para observar una respuesta igualmente violenta", señalaron.
Sin embargo, añadieron, "este estallido es además la demostración más evidente del fracaso de un modelo social y productivo".
"Si el régimen ha hecho todo cuanto ha podido para hacer imposible que los ciudadanos puedan ganarse la vida de una manera digna y suficiente, tampoco sorprende que haya quienes busquen ganarse la vida por medios delictivos".
La CEV indicó luego que la situación de violencia en la capital del país "es además un fracaso del Estado como garante de la seguridad y de la paz".
"El habitual respeto a la autoridad se ha transformado en desconfianza y temor a la autoridad, en vista de la distorsión de las irregulares funciones que hoy cumplen, incluyendo la extorsión y el soborno", denunciaron los obispos.
La CEV subrayó que "hoy nuestro llamado como Pastores es primero a respetar la vida de todo ser humano. Todos somos seres dignos, todos somos hermanos, todos somos Hijos de Dios, y todos estamos llamados al Amor".
"Por ello nuestras oraciones están con todos nuestros hermanos afectados por esta situación, a los que tienen miedo, los que se ven obligados a desplazarse, los que se encuentran atrapados entre el enfrentamiento. Es momento de solidaridad con los que sufren", indicaron.
"Hermanos ¡No despreciemos la vida! Cada hombre y cada mujer vale la Sangre de Cristo. No despreciemos lo que Dios mismo ha amado tanto", concluyeron.