Una investigación sobre el asesinato del sacerdote francés Jacques Hamel, cometido el 26 de julio de 2016, documenta los mensajes intercambiados entre los atacantes y un alto mando operativo del Estado Islámico (ISIS) con sede en Siria.
Hace casi cinco años el P. Hamel fue asesinado por dos hombres armados que irrumpieron en la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, norte de Francia, cuando el sacerdote celebraba la Misa. Ahora, esta investigación da detalles sobre la semana previa al ataque.
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El semanario francés La Vie publicó el 6 de julio unos documentos que, según dijo, provenían de información de la agencia de inteligencia francesa, la Dirección General de Seguridad Interna (DGSI).
Los documentos incluyen transcripciones de conversaciones, en la aplicación encriptada Telegram, entre los atacantes del P. Hamel y Rachid Kassim, un líder del Estado Islámico responsable de reclutar a militantes de habla francesa.
Desde Siria, Kassim instruyó a Abdel-Malik Petitjean, uno de los dos terroristas, sobre cómo llevar a cabo el ataque.
"Coges un cuchillo, vas a una iglesia, haces una carnicería, incluso cortas dos o tres cabezas, y ya está", le dijo Kassim siete días antes del ataque.
Ambos atacantes fueron asesinados a tiros por la policía después de tomar rehenes y cortar la garganta al P. Hamel. En el 2017 Kassim falleció en un ataque lanzado por Estados Unidos con aviones no tripulados en Mosul (Irak).
La Vie dijo que el ataque fue solicitado por los servicios de seguridad franceses, que creían que Kassim representaba una amenaza para la seguridad del país.
La Arquidiócesis francesa de Rouen inició oficialmente una investigación sobre la beatificación del P. Hamel en 2016, después de que el Papa Francisco autorizó que no se esperen los cinco años requeridos para comenzar una causa de canonización.
En una Misa ofrecida en memoria del sacerdote en 2016, el Papa Francisco llamó al P. Hamel un mártir y dijo que "matar en el nombre de Dios es satánico".
El Pontífice recordó que el anciano sacerdote "fue degollado en la cruz, exactamente mientras celebraba el sacrificio de la cruz de Cristo". "Este hombre bueno, manso, de hermandad, que siempre buscaba la paz, fue asesinado como si fuese un criminal", añadió.
"Pero hay algo, en este hombre que ha aceptado su martirio ahí, con el martirio de Cristo, en el altar, hay algo que me hace pensar mucho: en medio del momento difícil que estaba viviendo, en medio de esta tragedia que él veía venir, un hombre manso, un hombre bueno, un hombre que hacía hermandad, que quería la paz, no ha perdido la lucidez de acusar y decir claramente el nombre del asesino, y ha dicho claramente: '¡Apártate satanás!'", expresó el Papa.
