Aumenta el apoyo en Australia a un proyecto de ley que busca proteger a los bebés nacidos vivos después de abortos.
El proyecto de ley fue presentado en la Cámara de Representantes de Australia el 21 de junio por George Christensen, miembro del Partido Nacional Liberal de Queensland.
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Christensen, miembro federal de la División de Dawson en Queensland, en el noreste de Australia, ha pedido al primer ministro Scott Morrison que apoye la adopción del proyecto de ley o que permita un voto de conciencia al respecto.
La iniciativa, conocida como el Proyecto de Ley de Derechos Humanos (Protección de Niños Nacidos Vivos) 2021, requeriría que los médicos salven las vidas de los niños que sobreviven a los abortos.
Según el preámbulo del proyecto de ley, que se encuentra en el sitio web de Christensen, "si (los médicos) no actúan para salvar al niño, se enfrentarán a una sanción financiera significativa y una probable cancelación del registro como médico".
El preámbulo explica que el proyecto de ley busca dar efecto "a los acuerdos internacionales con los que Australia es signataria, en particular la Convención sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".
"El artículo 6 de la Convención sobre los Derechos del Niño dicta que, 'los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida'", dijo.
El sitio web de Christensen dijo que en 2016 en el estado de Victoria, 33 de 310 bebés abortados después de las 20 semanas de gestación nacieron vivos. En el estado de Queensland, dijo, 204 bebés nacieron vivos después de abortos entre 2005 y 2015, pero ninguno parecía haber recibido atención médica que les salvó la vida.
El periódico The Guardian informó el 5 de julio que la Asociación Médica Católica Australiana había pedido a sus miembros que apoyaran el proyecto de ley.
La asociación no respondió al cierre de esta edición a la solicitud de CNA –agencia en inglés del Grupo ACI- de comentar sobre el proyecto de ley.
Vincent Connelly, un diputado del Partido Liberal que representa a la División de Stirling en Australia Occidental, se encuentra entre los partidarios del proyecto de ley.
Connelly dijo que se sorprendió al enterarse de la muerte de cientos de bebés después de sobrevivir a un aborto.
"Nueva Gales del Sur es el único estado o territorio que ha establecido pautas para el cuidado de los bebés nacidos después de un intento de aborto. Otros ni siquiera están obligados a mantener o informar estadísticas relevantes", escribió.
"Sin embargo, es posible que el Gobierno Federal pueda legislar a este respecto", añadió.
Dijo que era poco probable que el proyecto de ley tuviera éxito sin "suficiente gobierno interno y cabildeo público".
Catherine Robinson, portavoz de la organización benéfica Right To Life UK, dijo en febrero que la resistencia al proyecto de ley revelaría la verdad sobre el aborto.
"No se trata del derecho a 'no estar embarazada'. Si ese fuera el caso, luego de un aborto en el que el bebé nace vivo, se podría brindar atención al niño", comentó.
Indicó que "el hecho mismo de que no se brinde atención médica y que se dejen morir a estos niños, revela que el propósito del aborto es terminar con la vida del niño, y no simplemente que la madre del niño no esté embarazada".
"Christensen lo expresó mejor cuando dijo: 'Los bebés pequeños están muriendo en todo este país y debe detenerse' ".
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.