El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, condenó enérgicamente los atentados de Madrid y señaló que es hora de “orar, levantar nuestra mirada a Dios y hacer que Él participe de nuestras decisiones”.
En declaraciones al programa Diálogo de Fe, que cada sábado conduce en Radio Programas del Perú, el Purpurado señaló que sucesos como el de Madrid reflejan que hombres y mujeres "le están quitando el valor a lo que es esencial para poder sobrevivir: la vida".
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El Arzobispo expresó sus condolencias a los peruanos que han perdido a familiares y amigos en la tragedia, así como a todo pueblo español.
Según el Purpurado, "si la vida no tiene valor, honestamente la civilización colapsa" y por eso pidió a la comunidad internacional no reparar solo en el terrorismo sino también piense “en la vida de quien no puede ser alimentado o tratado en su enfermedad, del que de algún modo no puede tener una educación, de quien está perdido porque está en un lugar pobre o desempeña una tarea muy sencilla".
Ante la violencia en el mundo, el Cardenal Cipriani pidió pensar "en toda la trayectoria de lo que ha sido el dolor y la violencia cuando el hombre se aleja de Dios, cuando se siente autosuficiente y es el que manda".
El Arzobispo denunció que actualmente "hay una voluntad de sofocar la voz de Dios, de confundirla. Muchos hacen cualquier cosa para que no se oiga y más bien se escuche sólo la voz del hombre".
"El mundo le está dando la espalda a Dios a través de sus líderes, en su aspecto político, moral y económico. Está destrozando lo que Dios quiere para que seamos felices: la familia, la vida humana, los niños, los ancianos, el amor al prójimo, el compartir", agregó.
Según dijo, "estamos procurando hacer todo al revés a través del egoísmo y soberbia", y "aunque la gran mayoría del mundo no participa de esta situaciones, hay una responsabilidad muy grande de realizar una reflexión más profunda".
"La Iglesia nos recuerda la enseñanza de Jesucristo: Habrá un bien que será premiado y un mal que será castigado. También promueve la necesidad de ayudarnos y perdonarnos unos a otros y eso lo logramos con la misericordia que nos viene de Dios. Si cortamos esa relación con El, se tiene que buscar esas teorías para tranquilizar conciencias", afirmó.