Tres católicos que volvieron a confesarse luego de un largo periodo, ya sea debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19 o tras alejarse de la fe, narraron la experiencia de volver a sentir el "amor de Jesús derramándose" gracias a la confesión.
El P. Daniel Gee, quien pertenece a la Diócesis de Arlington, Virginia (Estados Unidos), asegura que todos los católicos necesitan el Sacramento de la Reconciliación y las gracias que ofrece.
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"Si quieres ser perfecto como Dios Padre es perfecto, necesitas que tu alma esté perfectamente limpia. Y para mantener tu alma limpia, necesitas la gracia sacramental de la confesión", declaró el P. Gee a EWTN News In Depth el 25 de junio.
Después de distanciarse en su fe, Charles Davidson, un profesor, volvió a confesarse después de un cuarto de siglo. Él se detuvo frente a la famosa Catedral de Notre Dame en París, y pese a sentirse intimidado, eso lo empujó a entrar en el confesionario.
"Sentí que el amor de Jesús se derramaba sobre mí. Nunca hubo un momento en que se fundara esa intimidación", señaló.
Ahora, dice, la mayoría de las veces, "cuando voy a confesarme, salgo y siento la alegría de tener ese nuevo comienzo, esa oportunidad de comenzar de nuevo".
La estudiante de posgrado Krista Keil reveló que una vez evitó el confesionario durante más de un año. "Sentí mucha derrota. Pensaba: 'Me he caído tantas veces'. Escuché esa voz de '¿qué sentido tiene intentarlo? Si me voy a caer de nuevo'", recordó.
Hoy reconoce la confesión como "un gran lugar de renovación" al que puede ir para "encontrar la paz" y "empezar de nuevo". "Inevitablemente te hará avanzar en la relación con Cristo", instó.
Teresa Gallagher, católica y madre de cuatro hijos, hace un esfuerzo por confesarse cada dos semanas. "Siento que eres más consciente de dónde estás en tu caminar cristiano; de tus fracasos, de tus pecados", contó.
El P. Gee, párroco de la iglesia Santa Rita en Alexandria (Virginia), hace hincapié en su deber de escuchar confesiones todos los días.
"A nivel muy humano, si algo está rara vez disponible, naturalmente pensaré que probablemente no sea tan importante. Pero si algo está disponible todo el tiempo y se enfatiza en la predicación y en la enseñanza y en la práctica, entonces lo consideraré como algo que es importante", dijo el P. Gee.
El sacerdote dijo que "no hay motivo para el miedo, en absoluto", y enfatizó que lo que se dice en el confesionario es confidencial.
"No podemos verte. Y no queremos verte. Y no nos importa quién eres en absoluto. Solo queremos perdonar tus pecados", aseguró.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.