La Federación Internacional Una Voce (FIUV), organización católica que defiende y promueve la celebración de la Misa según la forma extraordinaria del Rito Romano, también conocida como Misa Tradicional en Latín o Misa Tridentina, hizo un pedido al Papa Francisco para protegerla de quienes desearían verla "suprimida explícitamente".
En un mensaje publicado el 4 de julio en el diario italiano La Repubblica, con la firma de Felipe Alanis Suarez, su presidente, la FIUV recordó que "en 2007, la Carta Apostólica Summorum Pontificum reconoció la vitalidad de la liturgia tradicional, la libertad de los sacerdotes para celebrarla y la de los fieles para solicitarla".
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"Esto ha llevado a un constante crecimiento en el número de celebraciones de la antigua Misa Latina y de sus frutos espirituales", indicó.
La Federación Internacional Una Voce fue fundada en 1965 y no guarda relación con el movimiento iniciado por Marcel Lefebvre, conocidos como "lefebvristas".
Su objetivo, asegura, es trabajar para que "el rito romano tradicional de la Iglesia se mantenga en la Iglesia como una de las formas de celebración litúrgica, y salvaguardar y promover el uso del latín, el canto gregoriano y la sagrada polifonía y todas las tradiciones sagradas, artísticas, literarias y musicales de la Iglesia Romana en toda su belleza e integridad".
En la declaración del 4 de julio, la FIUV señaló que una encuesta realizada en 2020, con participantes de 364 diócesis de 52 países, encontró que "la Misa Latina es profundamente apreciada por grupos de fieles de todas las edades, especialmente familias con niños, jóvenes y conversos, que se encuentran en todos los ambientes sociales y culturales, en todos los continentes y en un cada vez mayor número de países".
Además, continuó, "en muchas zonas la creciente disponibilidad de esta Misa ha favorecido la normalización de las relaciones entre los fieles ligados a ella y sus obispos, relaciones crecientemente caracterizadas por el mutuo entendimiento y respeto".
Sin embargo, lamentó la federación internacional, "hemos notado que, de forma contraria a la política previa de la Santa Sede, aún hay personas dentro de la Iglesia, incluyendo algunos obispos, que desearían ver a la Forma Extraordinaria del Rito Romano suprimida explícitamente, o sujeta a mayores restricciones".
La Federación Internacional Una Voce subrayó que "el creciente interés en la liturgia tradicional no se debe a la nostalgia por un tiempo que no recordamos, o un deseo de rigidez: se trata más bien de abrirnos al valor de algo que para la mayoría de nosotros es nuevo, e inspira esperanza".
"El Papa Francisco ha descrito la antigua liturgia en términos de un 'sentido de adoración' (conferencia de prensa del 28 de julio de 2013), podemos también aplicarle sus palabras: una 'historia viva que nos acoge y nos empuja hacia adelante' (Evangelii Gaudium 13)", indicó.
"Hoy nosotros solo deseamos ser parte de esa 'gran orquesta' de 'unidad en variedad' que, como dijo el Papa Francisco (Audiencia General del 9 de octubre de 2013), refleja la verdadera catolicidad de la Iglesia", añadió la federación.
La FIUV subrayó que "la Carta Apostólica Summorum Pontificum continúa transformando los conflictos del pasado en armonía: deseamos que pueda seguir haciéndolo".