El Papa Francisco aceptó este 1 de julio la renuncia del Obispo Auxiliar de Chicago (Estados Unidos), Mons. John R. Manz, que ha dedicado su ministerio sacerdotal a la defensa de los inmigrantes.
Mons. Manz cumplió 75 años en noviembre. Era uno de los ocho obispos auxiliares de la Archidiócesis de Chicago, que atiende a 2,2 millones de católicos en el noreste de Illinois.
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El Purpurado estadounidense celebró en mayo su 50 aniversario de sacerdocio y su 25 aniversario como obispo.
El diario arquidiocesano Chicago Catholic destacó que Mons. Manz dijo que siempre se había sentido recibido por los miembros de la comunidad hispana.
"He podido entablar amistad con ellos y entender sus problemas, muchas veces no son mostrados por los medios de comunicación. Mi relación con ellos me ha hecho mejor sacerdote y mejor persona", afirmó.
Mons. Manz ha vivido en la parroquia del Buen Pastor en Little Village, un barrio del lado oeste de Chicago, con una gran población mexicana nacida en el extranjero, donde el 80% de los residentes son de ascendencia mexicana.
En 2006, el Purpurado estadounidense escribió sobre cómo empezó a interesarse por los derechos de los trabajadores inmigrantes. En un ensayo publicado en la web de la Archidiócesis de Chicago, explicó que al estudiar en el seminario universitario le asignaron trabajar en la cocina, donde un grupo de religiosas de México cocinaban.
"Así que, en el transcurso de los dos años siguientes, básicamente me enseñaron español y eso comenzó mi interés", relató.
Además, Mons. Manz añadió que "más o menos al mismo tiempo, trabajé con un equipo de jardinería en los veranos para ayudar a pagar mis gastos, y muchos de los hombres con los que trabajé eran migrantes, mexicano-americanos de Texas o México".
Mons. Manz describió que también trabajó en una parroquia del norte de Chicago que se ocupaba de los trabajadores inmigrantes y que fue a California en plena huelga de la uva en 1968. También vivió un verano en una ciudad fronteriza de Texas.
"Esas fueron el tipo de experiencias que continué haciendo hasta que fui ordenado sacerdote. He trabajado con inmigrantes desde antes de que fui ordenado sacerdote y también durante diez años que he sido obispo", escribió en 2006.
Luego, el Purpurado relató que cuando fue niño "pasó mucho tiempo en la granja con su abuela, que era una granjera muy sencilla", y agregó que "aprendió de ella y de otros miembros de la familia que esta es la forma de ver el mundo, y que el trabajo que uno hace no es mejor ni peor que el de los demás".
Actualmente, Mons. Manz es presidente de la subcomisión de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para la atención pastoral de los migrantes, refugiados y viajeros, así como miembro del Comité de Diversidad en la Iglesia y del Subcomité de la Iglesia en América Latina.
Por estos cargos, Mons. Manz ha viajado a diferentes ciudades de Estados Unidos, lugares con importante presencia hispana para hablar y atender a los trabajadores inmigrantes. También ha viajado a países de América Latina, incluido Panamá, donde vivió durante seis meses.
Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente en CNA