El Papa Francisco se reunió este sábado en una audiencia privada en el Vaticano con el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dos días después de que el organismo legislativo de la Unión Europea respaldara un informe "extremo" sobre el aborto. 

Un comunicado de prensa del Parlamento Europeo publicado el sábado 26 de junio señala: "La conversación con el Santo Padre se centró en la necesidad de proteger a los más débiles y vulnerables: los derechos de las personas son la medida de todas las cosas. La recuperación europea solo tendrá éxito si produce una reducción de las desigualdades".

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Sassoli, un político italiano de 65 años, también se reunió con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y el Arzobispo Paul Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.

 

 

El comunicado de prensa del Parlamento Europeo señala que los tres hombres hablaron sobre "la situación en el Mediterráneo, África, los Balcanes Occidentales, el proceso de adhesión y la vecindad del Este".

"Se prestó especial atención a los esfuerzos europeos para que las vacunas estén disponibles en los países de bajos ingresos, especialmente en África", añade.

El Parlamento Europeo votó el 24 de junio para aprobar un informe que describe el aborto como "atención médica esencial" y busca redefinir la objeción de conciencia como una "negación de atención médica".

El informe Matic también define el aborto como un "derecho humano" y que las violaciones de "la salud y los derechos sexuales y reproductivos" son "una forma de violencia contra las mujeres y las niñas".

Los miembros del Parlamento Europeo votaron por 378 votos a favor y 255 en contra, con 42 abstenciones, a favor del informe en una sesión plenaria en Bruselas, Bélgica.

El informe no es vinculante para los 27 estados miembros de la Unión Europea (UE). De estos países solo dos, Polonia y Malta, no permiten el aborto voluntario o por motivos sociales amplios.

En una entrevista con Vatican News, Sassoli restó importancia al significado de la votación.

"Esta resolución que no es vinculante, porque no es un acto legislativo, es una recomendación para asegurarse de que todos los países de alguna manera tengan una legislación similar", dijo, sugiriendo que Italia podría ser un modelo para otros países.

"Creo que hay un poco de instrumentalización que es bueno dejar de lado. Hemos visto que muchos países se comportan de diferentes maneras y creo que algunas experiencias como la italiana también pueden serles útiles", comentó.

Antes de la votación, grupos provida y líderes católicos habían instado al Parlamento Europeo a rechazar el informe presentado por el político croata Predrag Fred Matic.

La Red Parlamentaria para Asuntos Críticos (PNCI), con sede en Washington D.C., describió el documento como "extremo" y "radical".

La Secretaría de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) expresó su alarma por el texto y dijo que era "éticamente insostenible" clasificar el aborto como un servicio de salud "esencial".

Por su parte, la Conferencia de Obispos Nórdicos dijo que la postura del informe sobre la objeción de conciencia "pone en peligro el derecho de las personas a seguir sus convicciones en asuntos morales y religiosos, poniéndolos en riesgo de perder su trabajo o incluso prohibiéndoles el acceso al trabajo en la atención médica".

El informe Matic, conocido oficialmente como "Informe sobre la situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la UE, en el marco de la salud de la mujer", fue adoptado por la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo el 11 de mayo.

Dos miembros del Parlamento Europeo, Margarita de la Pisa Carrión y Jadwiga Wiśniewska, establecieron una "posición minoritaria", argumentando que el informe "no tenía ningún rigor legal o formal".

"Va más allá de su competencia al abordar temas como la salud, la educación sexual y la reproducción, así como el aborto y la educación, que son poderes legislativos de los estados miembros", escribieron.

"Trata al aborto como un supuesto derecho humano que no existe en el derecho internacional. Se trata de una violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de los principales tratados vinculantes, así como de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea".

Además, observaron que se habían presentado 154 enmiendas al texto.

El European Center for Law and Justice (ECLJ), una ONG con sede en Estrasburgo (Francia), sugirió que los partidarios del informe buscaban "introducir una nueva norma sin que a primera vista parezca impuesta".

Indicó que "la elección de la institución en esta estrategia no debe subestimarse, porque aunque las resoluciones del Parlamento Europeo no tienen valor legal vinculante, son la expresión de una opinión que el Parlamento desea dar a conocer".

"Una resolución puede servir posteriormente para legitimar políticamente la acción de los Estados miembros o de las instituciones; está destinado a producir efectos prácticos", advirtió.

"Más importante aún, puede expresar una intención prelegislativa que luego puede usarse para justificar actos vinculantes. Por tanto, no hay duda de que un acto del Parlamento Europeo representa la puerta de entrada al corazón del sistema normativo", señaló.

Varios obispos europeos lamentaron el resultado de la votación del jueves, incluido el Arzobispo Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el Arzobispo Franz Lackner, presidente de la Conferencia Episcopal Austriaca y el obispo irlandés Kevin Doran.

"Me entristece profundamente la resolución del Parlamento Europeo que pide la posibilidad de matar a los niños por nacer. La cultura de la vida prevista por los padres fundadores de la UE se está convirtiendo en una cultura de muerte y exclusión, con la ideología por encima de la razón", escribió Gądecki en su cuenta de Twitter el 24 de junio.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.