Un grupo de legisladores europeos financiados por organizaciones multimillonarias promotoras del aborto buscan atacar y desacreditar a plataformas que defienden la vida y la familia en Europa, en un esfuerzo por empujar su agenda de "salud y derechos sexuales y reproductivos",
El Foro Parlamentario Europeo por los Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF) está preparando un importante golpe político que busca desacreditar a organizaciones cristianas y defensoras de derechos humanos, a las que el grupo describe como "extremistas religiosos" supuestamente comprometidos con "hacer retroceder los derechos humanos sobre sexualidad y reproducción".
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La semana pasada, el EPF presentó un "informe de investigación" llamado "La punta del iceberg: financistas extremistas religiosos contra los derechos humanos para la sexualidad y la salud reproductiva en Europa 2009-2018", con la intención de influenciar una votación para denunciar abiertamente a las organizaciones provida en el Parlamento Europeo.
La votación en el Parlamento Europeo está programada para el jueves 24 de junio en Bruselas, en los cuarteles generales de la Unión Europea.
El documento, firmado por Neil Datta, secretario del EPF, asegura exponer a "54 financistas anti-género activos en Europa, así como a los principales canales a través de los cuales los extremistas generan financiamiento y cómo circula (el dinero)".
De acuerdo al informe, "la imagen que emerge es de una comunidad transnacional de extremistas religiosos de ideas afines, vinculados a actores de la derecha alternativa y extrema que realizan decisiones estratégicas de financiamiento a través de las fronteras internacionales".
El extenso documento hace una lista interminable de organizaciones e individuos a quienes califican de "anti-género". En el capítulo dedicado a la Iglesia Católica, el documento critica al Vaticano, a algunos cardenales europeos como Christoph Schonburn, Arzobispo de Viena (Austria), a la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), y a varias organizaciones e individuos sin un orden particular.
De acuerdo al documento, "aquí están muchas comunidades religiosas católicas que fomentan objetivos anti-género e igualmente tienen peso financiero".
Luego mencionan al movimiento italiano Comunión y Liberación, a Luca Volontè de la Fundación Novae Terrae, a los Caballeros de Colón de Estados Unidos, a la Fundación Chiaroscuro, a los Legionarios de Cristo, a "la familia Slim de México", al Opus Dei.
El grupo de parlamentarios europeos acusa también a la Fundación Lejeune, a la Fundación Valores y Sociedad de España, al Movimiento por la Vida de Italia, al sacerdote redentorista polaco Tadeusz Rydzyk y a la plataforma internacional CitizenGo.
Finalmente, a manera de una revelación importante, el documento apunta a "varias autoridades vaticanas", que "tienen roles directos en iniciativas anti-género".
Otras reconocidas organizaciones que defienden los derechos humanos son también presentadas como instituciones de "derecha alternativa" que mueven millones de euros en una agenda provida y pro familia.
Irónicamente, EPF es financiada por las organizaciones más adineradas del planeta. EPF tiene una lista casi interminable de multimillonarias organizaciones como la Fundación Bill y Mellinda Gates, la multinacional del aborto International Planned Parenthood Federation (IPPF), la Comisión Europea y la Fundación Open Society de George Soros.
Otros grupos que financian a la EPF son el Wallace Global Found, la Fundación MacArthur, la Fundación Summit y la Hewlett Foundation, creada por uno de los fundadores de la empresa de tecnología Hewlett-Packard.
De acuerdo a un análisis temprano de "La punta del iceberg" realizado por el Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ), "el informe es largo y muy detallado. Entre una mescolanza de laboratorios de ideas estadounidenses y oligarcas rusos, apunta a sólidos grupos provida y pro familia, a políticos provida (Gudrun Kugler y Anna Záborská), familias católicas europeas, laboratorios de ideas (Hudson Institute, ECLJ, y Alliance Defending Freedom – ADF) y de forma amplia a la Iglesia Católica".
El Centro también señala que "el momento de este informe es significativo, ya que ha sido publicado con miras a la próxima votación en el Parlamento Europeo dedicada a los derechos sexuales y reproductivos".
EPF ha propuesto una enmienda para establecer que la Unión Europea "está preocupada por la inclusión en el registro de transparencia de la Unión Europea de organizaciones tales como Ordo Iuris, ADF International, Alliance VITA, European Dignity Watch, la Federación de Asociaciones de Familias Católicas en Europa (FAFCE), la Federación europea One of Us por la vida y la dignidad humana, Profesionales por la Ética y la Alianza Mundial de la Juventud Europa, que por lo tanto están autorizadas a trabajar abiertamente con las instituciones públicas para el deterioro de los derechos de la mujer y SRHR (salud y derechos sexuales y reproductivos)".
De ser aprobada, la resolución sería la primera exclusión masiva de organizaciones cristianas y de derechos humanos en la Unión Europea.