Los Episcopados de Perú y Ecuador manifestaron su solidaridad con la Iglesia y el pueblo español luego de los atentados terroristas que han dejado hasta el momento 199 muertos y más de 1,400 heridos en Madrid.
En un comunicado firmado por Mons. Hugo Garaycoa Hawkins, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, los obispos de este país se unieron “al dolor de las familias de las víctimas y heridos de este execrable hecho”.
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“Los Obispos del Perú condenamos todo tipo de terrorismo en el mundo, como lo hemos hecho durante los años en que nuestro país sufrió también la violencia terrorista. Hoy, reprobamos estos injustificables actos perpetrados en España, que violan el derecho fundamental a la vida y socavan la pacífica convivencia”, afirma el mensaje.
“Invocamos a la Iglesia Católica peruana a unirse en oración por el eterno descanso de las víctimas, el consuelo de los cientos de familias que lloran a sus seres queridos, y el restablecimiento de los heridos”, agrega.
Los obispos añadieron que “consideramos importante emprender una cruzada mundial por la vida para conducir al mundo hacia el respeto mutuo y la Paz. Invoquemos al Señor de la Vida que transforme los corazones desterrando de ellos el odio y toda forma de violencia. Cada uno de nosotros está llamado a ser instrumento de Paz”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana envió al Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, una carta que presenta las condolencias de los prelados y su cercanía a las familias de las víctimas.
“Nos unimos a los católicos de España, en la oración a Dios, Padre de justicia y de misericordia, para que conceda la paz del cielo a los fallecidos, mitigue el dolor de los heridos y de consuelo a sus familiares Imploramos a Dios, para que aleje para siempre del suelo español el horrendo azote del terrorismo”, continúa el mensaje.
“Con la Iglesia en España, reafirmamos la fe en Jesucristo, príncipe de la Paz. Su Evangelio, hoy más que nunca debe iluminar al mundo. En nombre de ese Evangelio, condenamos con renovado vigor la violación de los derechos humanos, particularmente aquellos que atentan contra la vida, don sagrado de Dios. El terrorismo, expresión diabólica del odio no es, no puede ser, estrategia para obtener objetivos políticos”, añadieron los prelados.
“Que Dios ilumine a las autoridades de España y del Mundo para preservar la paz interna de sus países y asegurar para ellos una sociedad más justa y fraterna”, concluyó la carta.